Por José Luis Preciado
Maquiavelo, el consejero de la Familia Medici de la aristocracia italiana del medioevo, escribió lo siguiente en su obra El Príncipe:
“Cuando tengan un problema interno, busquen una conflagración en el exterior.”
Actualmente, Estados Unidos se desquebraja en una crisis sistémica y existencial interna. Y, bajo la lógica maquiavélica, la estrategia a seguir es la de buscar un conflicto externo.
Trump quiere congelar la guerra delegada de Estados Unidos contra Rusia en Ucrania, para pivotear contra China, que es la amenaza principal para las élites occidentales, tanto ultraglobalistas como verticalistas-proteccionistas. Pero eso tomará algún tiempo.
Mientras tanto, tras quedar expuesto por intentar asesinar a Trump, el Estado profundo estadounidense ha optado por señalar con el dedo a Irán para distraer a las masas, consciente de que la nación persa tiene una cuenta pendiente con la faceta sionista de Donald Trump, por asesinar al General Qassem Soleimani en 2020.
Al respecto, la analista Elena Panina llamó la atención sobre como “las autoridades estadounidenses recibieron información de inteligencia sobre un complot iraní para asesinar a Donald Trump”, según CNN, lo que supuestamente condujo a que el Servicio Secreto de los Estados Unidos (USSS) proporcionara una mayor seguridad para el ex presidente de los Estados Unidos después de que el propio USSS mostrara sospechosa inutilidad durante el atentado en Butler, Pennsylvania.
Como era de esperarse, la versión de la “huella iraní” se viraliza rápidamente entre el público que consume todo lo que escupen los medios de masas. Incluso el famoso propagandista estadounidense Fareed Zakaria entrevistó al Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Bagheri Kani, formulando la pregunta de si ¿Teherán Está involucrado en el intento de asesinato de Trump? A lo que Kani respondió enfatizando que Irán, efectivamente, tiene la intención de llevar ante la justicia a los implicados en el asesinato de Soleimani, pero a través de procedimientos legales, como se hacen las cosas en el mundo civilizado.