Por Alexander Dugin
Modi y Putin han comenzado a formar el eje Moscú-Delhi, que se convertirá en uno de los pilares más importantes del nuevo orden mundial multipolar. Bharat (India) es un Estado-civilización, y Rusia-Eurasia es otro Estado-civilización. Por ello, desarrollar la relación entre ellos a nivel geopolítico, económico y cultural resulta fundamental. Todos estamos aprendiendo a pensar en términos multipolares, y la multipolaridad no es un sistema lineal.
Formulemos una hipótesis: para que el naciente sistema multipolar sea estable, cada polo debe tener un único enemigo central. Nuestro principal enemigo es Occidente, por lo que debemos aliarnos con el resto de los polos de poder. Todos los demás polos deberían construir sus alianzas siguiendo este patrón. Solo el hegemón mundial puede darse el lujo de tener más de un enemigo y pretender establecer un modelo unipolar que someta a los demás. Sin embargo, esto último será la causa de su desaparición. Desde un punto de vista pragmático, es importante para el hegemón que el resto de los polos de poder tengan más de un enemigo, y Occidente espera no ser uno de ellos. De este modo, será fácil para Occidente controlar a los demás polos.
India tiene conflictos abiertos con China y, en menor medida, con el mundo islámico (especialmente Pakistán, aunque no solo con él). Estos conflictos han llevado a India a acercarse a Occidente, con el cual, sin embargo, tiene graves conflictos históricos (el colonialismo). Por lo tanto, India necesita reflexionar claramente sobre la lógica de la multipolaridad, y Rusia, que no tiene ningún conflicto con India, puede ayudarla a guiarse correctamente.
Rusia está ahora en primera fila en el combate contra el hegemón, por lo que construir la multipolaridad y promover su filosofía se convierte en nuestra misión más importante.
Rusia, India, China e Irán: la Cuadrilateral que realmente importa
Fuente:
Alexander Dugin, en Arktos: The Moscow-Delhi Axis. 9 de julio de 2024.
