Por Mente Alternativa
Dennis Small, de Executive Intelligence Review (1), expone cómo la estrategia DOGE, promovida por el dogo Elon Musk, desvía la atención del verdadero problema: el rescate continuo con dinero público de los bancos quebrados de Wall Street y la City de Londres. Aunque los medios celebran los supuestos recortes de gastos innecesarios, la realidad es que estos ajustes son mínimos frente a los billones destinados a la maquinaria de guerra y al sistema financiero.
DOGE asegura haber eliminado $65 mil millones en gastos superfluos, pero la veracidad de estas cifras es cuestionable debido a errores contables y doble contabilización. Mientras tanto, el presupuesto federal de 2024 alcanzó los $6.9 billones, de los cuales $872 mil millones (13%) se destinaron a la defensa para financiar guerras de agresión y beneficiar a contratistas militares como Lockheed-Martin y Northrop-Grumman, controlados por gigantes financieros como BlackRock y Vanguard, por lo que más que un complejo militar industrial es un complejo militar financiero.
El verdadero despilfarro, dice Small, radica en el continuo rescate de bancos quebrados, una práctica que perpetúa la corrupción y la concentración de riqueza en manos de la élite financiera. DOGE no solo oculta este mecanismo, sino que también prepara el terreno para recortes en servicios sociales esenciales, como Medicaid, que afectarán a los sectores más vulnerables de la población.
La narrativa mediática que presenta a DOGE como una cruzada contra el despilfarro es, en realidad, una cortina de humo que protege a los verdaderos beneficiarios del sistema. El análisis de Dennis Small destaca la urgencia de señalar la complicidad entre el gobierno y el sector financiero, que continúa saqueando los recursos públicos mientras empobrece a la población.
Notas a pie de página
1. Dennis Small, en EIR: DOGE Dodges the Real Issue: What About the Continuing Taxpayer Bailout of the Bankrupt Wall Street and City of London Banks? 26 de febrero de 2025.
