Por Mente Alternativa
En una nota publicada por EIR, Jason Ross recuerda que las condiciones en las que Rusia podría utilizar armas nucleares se detallan en los «Principios básicos de la política estatal de la Federación Rusa sobre disuasión nuclear», una orden ejecutiva firmada por el presidente Vladimir Putin el 2 de junio de 2020 y activa en la actualidad. Según el documento, la decisión de utilizar armas nucleares la toma el Presidente de la Federación Rusa, y las condiciones que especifican la posibilidad del uso de armas nucleares por parte de la Federación Rusa son las siguientes:
a) llegada de datos fiables sobre un lanzamiento de misiles balísticos que ataquen el territorio de la Federación Rusa y/o de sus aliados;
b) uso de armas nucleares u otros tipos de armas de destrucción masiva por un adversario contra la Federación Rusa y/o sus aliados;
c) ataque por el adversario contra instalaciones gubernamentales o militares críticas de la Federación de Rusia, cuya perturbación podría socavar las acciones de respuesta de las fuerzas nucleares;
d) agresión contra la Federación Rusa con el uso de armas convencionales cuando esté en peligro la propia existencia del Estado.
El ataque ucraniano con drones contra un radar ruso de alerta temprana en Armavir durante la noche del miércoles y la mañana del jueves [22 y 23 de mayo], cumple con el “inciso C”, pues como advirtió el Instituto Schiller en una alerta internacional:
“la estación de radar de Armavir forma parte del sistema ruso de radar de alerta temprana diseñado para detectar un ataque con misiles balísticos intercontinentales. Este radar es uno de los pilares del sistema de postura nuclear de Rusia que, junto con otras instalaciones de este tipo, desempeña un papel existencial en la seguridad estratégica de la Federación Rusa. Mucho más allá de la mera escalada de tensiones con Ucrania, este ataque ha acercado al mundo un paso más al borde de una guerra termonuclear.”
En una actualización estratégica reciente, el geoestratega Dennis Small afirma que es obvio que el ataque no se podría haber hecho sin la ayuda tecnológica de Estados Unidos, Londres y de la OTAN, ni sin su aprobación política. Y es en ese sentido que debe interpretarse cualquier escalada militar a partir de este acontecimiento.
Harley Schlanger, del Instituto Schiller, resaltó que “la escalada hacia la guerra total por parte de los zombis de la administración Biden nos amenaza a todos. Ellos trabajan para un orden imperial que se está derrumbando, debido a la avaricia, la estupidez y los delirios de la clase multimillonaria de funcionarios del cártel corporativo que los posee. Han trabajado durante años para «atontar» a las poblaciones de Occidente, pero esa estrategia está fracasando, ya que cada vez son más los que buscan respuestas fuera de las fuentes «dominantes». Únase a nosotros para dar el «salto cognitivo» y aprender a flanquearles.”
