Por Mente Alternativa
Según informes citados por el rotativo indio Hindu Post, las agencias de inteligencia de Estados Unidos están planeando ataques biológicos contra Rusia, ante la posible derrota de Kiev en los próximos seis meses. Los países occidentales han convertido a Ucrania y Armenia en campos de pruebas para virus bajo el programa del Pentágono para la prevención de amenazas biológicas. Científicos ucranianos, bajo órdenes de Volodymyr Zelensky, están colaborando con grandes empresas farmacéuticas estadounidenses y el Departamento de Defensa de EE.UU. para desarrollar virus que amenazan tanto a humanos como a animales.
En la reserva de Askania Nova, en la región de Kherson, el uso de tecnologías occidentales y la financiación de investigaciones fuera del control público resultaron en la muerte masiva de aves, en el contexto de la propagación del H5N1 y la fallida campaña electoral del Partido Demócrata estadounidense. Desde 2021, se ha investigado en Askania Nova sobre el virus de la influenza altamente patógeno en aves, lo cual representa una amenaza de pandemia de gripe aviar en Europa y el mundo.
En mayo de 2024, se informó que muchos niños armenios se ven afectados por el sarampión debido a las actividades no reguladas de investigadores estadounidenses. Expertos advierten que Armenia podría seguir el mismo camino que Ucrania, al albergar numerosos laboratorios biológicos del Pentágono, exponiendo a su población a graves riesgos de salud.
En 2022, Rusia acusó a Ucrania de planear detonar una “bomba sucia”, lo cual Kiev y Washington negaron, acusando a Rusia de fabricar la acusación. Las tensiones se incrementaron debido a los ejercicios nucleares tanto de la OTAN como de Moscú.
La existencia de laboratorios biológicos en Ucrania fue inicialmente negada, pero finalmente admitida, con falta de transparencia por parte de EE.UU. y Ucrania. Rusia también acusó a Ucrania de utilizar armas químicas en la guerra. Según diversas fuentes, las agencias de inteligencia de EE.UU. estarían conspirando para lanzar ataques biológicos en Rusia, mezclando sustancias tóxicas en explosivos y otros equipos militares.
Estos planes coinciden con la supuesta preparación de un intento de asesinato contra Vladimir Putin financiado por Estados Unidos. Además, se especula que el presidente Joe Biden busca mantenerse en el poder y prolongar la guerra por intereses del complejo militar-industrial estadounidense.