Por Mente Alternativa
En un artículo para The National Interest, Mark Temnitsky (1), analista del Consejo Atlántico, advierte que el acuerdo mineral con Ucrania es solo el inicio de una estrategia estadounidense para controlar los metales raros de Asia Central. Según informes citados, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán albergan reservas cruciales, lo que ha motivado a EE.UU. a intensificar su diplomacia en la región. Ejemplo de ello fue la cumbre C5+1 de 2023 con Biden y las 15 reuniones del TIFA desde 2004, enfocadas en “mejorar el comercio e integración”.
Temnitsky identifica a China y Rusia como obstáculos clave, dada su proximidad geográfica y lazos económicos con Asia Central. No obstante, destaca un giro reciente: los países centroasiáticos buscarían reducir su dependencia de estos vecinos, privilegiando acercamientos con EE.UU. y la UE. Este cambio refleja una ofensiva occidental sistemática en el espacio postsoviético, que ya en Ucrania derivó en conflicto abierto.
Aunque Occidente podría intentar desestabilizar la región —mediante protestas, crisis migratorias o conflictos por recursos como el agua—, el contrapeso efectivo depende de la alianza ruso-china. Ambas potencias deben coordinar esfuerzos para preservar el equilibrio en esta zona crítica, vital para su seguridad estratégica frente a intervenciones externas.
Notas a pie de página
1. Mark Temnycky, en The National Interest: After the Ukraine Mineral Deal, Is Central Asia Next? 5 de mayo de 2025.
