Por Biólogos por la Verdad
El texto citado a continuación fue escrito por el individuo que nos han vendido como “padre de la biología”, Charles Darwin (1871), Parte 1, Cap. V: Natural Selection as affecting Civilised Nations.
“Entre los salvajes, los individuos débiles en cuerpo y mente desaparecen muy pronto, y los que sobreviven se distinguen comúnmente por su vigorosa salud. Nosotros, los hombres civilizados, en cambio, nos esforzamos por frenar el proceso de eliminación; construimos asilos para los imbéciles, los mutilados y los enfermos; legislamos leyes para los pobres, y nuestros médicos apelan a toda su habilidad para conservar el mayor tiempo posible la vida de cada individuo. Hay muchísimas razones para creer que la vacuna ha salvado la vida a millares de personas que, por la debilidad de su constitución, hubieran sucumbido a los ataques de la viruela. En consecuencia, los miembros débiles de las sociedades civilizadas propagan su especie.
Nadie que haya asistido a la cría de animales domésticos dudará que esto debe ser muy perjudicial para la raza humana. Es sorprendente ver la rapidez con la que la falta de cuidado o el cuidado mal llevado a cabo conduce a la degeneración de una raza doméstica, pero exceptuando el caso del hombre mismo, casi nadie sería tan ignorante como para permitir que sus peores animales se reproduzcan.”
Darwin nunca fue científico, se graduó en teología. Básicamente él fue un clérigo anglicano que se casó con su prima. Su padre fue médico de familias pudientes, de ahí su estatus.
En el viaje del Beagle no supo ni siquiera que lo que recogió eran pinzones y tuvo que mandarlos a un amigo para clasificar.
Cien años antes que él, verdaderos científicos como Lamarck que entre muchas cosas acuñó el término biología, ya habían postulado teorías más ajustadas a la aparición de nuevas especies, que su selección natural del más apto y las razas favorecidas en su lucha por la existencia.
Fuente:
Biólogos por la Verdad: ¿A ver quién adivina quién escribió este texto?