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Daniel Estulin: Desindustrialización, despoblación y desracionalización de la consciencia

La desindustrialización, despoblación y desracionalización de la consciencia buscan destruir el espíritu humano y degradar al hombre.

La desindustrialización, despoblación y desracionalización de la consciencia buscan destruir el espíritu humano y degradar al hombre. En este videocast, Daniel Estulin ofrece un análisis conceptual sobre la agenda de desindustrialización, despoblación y desracionalización de la conciencia y el comportamiento humano, que emprendió Occidente desde la posguerra y que se ha consolidado globalmente en nuestra época a través de la guerra híbrida 5.0. Así, deconstruyendo las falacias que forman parte de la “Agenda 3D” (desindustrialización, despoblación y desracionalización), Estulin da una estocada al concepto mismo de democracia en el que se basa gran parte de la falsedad occidental, pues “lo que el imperio llama la democracia, o la ilusión de la libertad, es un conflicto (dialéctico) de los opuestos esencial para lograr este cambio” (desracionalización) a través de una síntesis dialéctica.

 

 

Hoy quiero comentar el período de los años 60 a los años 70 del siglo XX como punto de inflexión en el desarrollo del mundo moderno.

El período de posguerra lo llaman la edad de oro del capitalismo y este fue el período de auge económico en todo el mundo del cual se fue generando una cantidad de bienes y servicios cuyo valor total equivalía al valor total de todos los bienes y servicios facturados en los 150 años previos al periodo en cuestión.

Había ilusión de que el mundo se iba desarrollando para alcanzar el ideal de bienestar general. Se hizo muy popular la ciencia ficción, lo que demuestra la transformación de la actitud, y también la disposición humana hacia el futurismo.

Pero tal estado de las cosas representaba un gran peligro para la élite de la sociedad capitalista porque aumentó el número de personas que pertenecían a la clase media, igual que la cantidad de obreros de alta calificación que algún día podrían llegar a desafiar a la clase alta capitalista.

La élite no tardó en reaccionar al nuevo reto tras crear tanto el Club de Roma como la Comisión Trilateral en el año 1973. En 1975 se publicó un informe que se llama La Crisis de la Democracia, escrito por Samuel P. Huntington, Michel J. Crozier y el japonés Joji Watanuki.

 

La Crisis de la Democracia

El informe dice que la democracia en sí no representa valor sino que es una herramienta que sirve para provocar apatía en la sociedad.

En aquel momento, la élite del capitalismo internacional se dio cuenta de que si la tendencia del desarrollo del capitalismo seguía igual como en los últimos 150 años, al final podría privar la de su poder y de sus privilegios.

Entonces se planteó el objetivo de parar el progreso técnico científico y con este fin se puso en funcionamiento el Programa 3D de desindustrialización, despoblación y desracionalización de la conciencia y del comportamiento humano.

 

¿Para qué sirven la desindustrialización ala despoblación?

Se lleva toda la producción a los países del tercer mundo con lo cual se sacan márgenes más elevados porque la clase obrera de esas naciones no está organizada y se le paga lo mínimo, mucho menos de lo que cobran los obreros son los países desarrollados.

Por ejemplo, al pasar la producción del autos de Detroit a Corea del Sur, los beneficiarios que se quedan con ganancias enormes obviamente no son la clase obrera.

Pero ni siquiera fue esa razón la que produjo los cambios. Lo que realmente tiene importancia fue la razón geopolítica. Al desindustrializar el núcleo del sistema capitalista lo que se hace es debilitar la posición social económica de la clase obrera y de la clase media del estado de bienestar social.

Las principales instituciones internacionales están fomentando políticas de retrocesión de la tecnología y una reducción de varios miles de millones de personas de la población mundial.

La pregunta es ¿por qué? Porque los niveles del desarrollo del progreso tecnológico son directamente proporcionales a la densidad de la población. Para que ellos, es decir la élite, sobrevivan en una época en que se están agotando los recursos naturales, la mayoría de nosotros tenemos que morir.

La demanda se destruye a través de la desintegración controlada de la economía mundial. Y para llevar a cabo esta desintegración, es necesario que las fuerzas externas provoquen sacudidas: crisis de petróleo, reducción de crédito, sacudidas de los tipos de interés, lo que llevaría a la economía mundial al crecimiento cero y más adelante el crecimiento negativo, justo lo que estamos viendo hoy en día.

Al mismo tiempo, siguen con el establecimiento del mercado de contado de petróleo, la creación de los mercados de eurobonos, mercados de derivados, la expansión del aparato bancario en paraísos fiscales así como el blanqueo de enormes cantidades de dinero procedentes del narcotráfico a través de algunas las corporaciones bancarias más importantes del mundo.

Sin embargo, para llevar a cabo la desindustrialización hacía falta modificar la mentalidad de la gente y en 1962 con el dinero de los Rockefeller se creó el movimiento ecológico que empezó a inculcar a la gente que las industrias estaban contaminando el ambiente, que muchas de ellas no eran imprescindibles, que la energía atómica representaba mucho peligro etcétera, etcétera.

El primer informe el Club de Roma, emitido tras su fundación bajo el título “Los límites de crecimiento”, establece que la humanidad ha alcanzado los límites de crecimiento industrial y ya no es necesario seguir desarrollando la producción.

En el sistema internacional se empezaron así a promover ideas como que la naturaleza ahora se ha convertido en la protagonista, y “tenemos que salvarla del ser humano”. Entonces se puso en marcha el programa de despoblación, pues “la naturaleza ha quedado sometida a una influencia perniciosa causada por la población y es preciso reducir la cantidad de gente en el planeta”.

A partir de los años 90 del siglo XX, el programa de despoblación de la Tierra forma parte de los programas de la ONU, lo que contrasta fuertemente con las ideas que había en los años 40.

En 1948, Huxley (fundador de la UNESCO) solamente mencionó la posibilidad de controlar el número de la población mundial, razón por la cual fue expulsado del cargo que se había creado él mismo. Pero desde finales de los años 90 del siglo XX, la élite internacional ya no tiene que disimular sus intenciones de reducir la población.

 

Instituto Tavistock: Desracionalización de la conciencia y de las normas del comportamiento

Daré un ejemplo relacionado con la literatura para niños y adolescentes. El auge de la ciencia ficción llegó en los años 50 60 y 70, y en los años 80 fue sustituido por el género “fantasy” (fantasía), que se diferencia de la ciencia ficción en cuanto que la fantasía es un futuro que refleja el pasado, un mundo que carece de conceptos de democracia y progreso. Es un mundo en el que el poder tiene una explicación mágica, en el que conviven reyes con dragones, es decir, el mundo de Harry Potter y el Señor de los Anillos.

Lo que podemos ver es que desde los años 60 se está realizando un programa cuya meta es detener la evolución de la historia y cambiar la sociedad capitalista por una especie de sociedad neofeudal o de castas.

Por cierto, el cumplimiento del programa era imposible mientras existía la Unión Soviética, o sea, era imprescindible destruir y derrotar a la Unión Soviética no sólo por cuestiones de competencia entre Occidente y la URSS, sino también para lanzar el proyecto de globalización.

¿Cómo lo hicieron? El 18 de agosto de 1948 la élite mundial preparó un documento que más adelante sería la base ideológica de la Guerra Fría. Este documento decía que sin poder derrotar a la Unión Soviética, la poseedora de mayor riqueza de recursos naturales del planeta, tendrían que emplearse otros métodos más subrepticios.

Así que desestabilizar al estado ruso se convirtió en el objetivo primordial del imperio, primero tras la guerra mundial y después tras la caída de la Unión Soviética en 1991.

La estrategia pretendía que el país cayera en la anarquía. El objetivo era destrozar a Rusia a través de la modificación de la conducta, crear conflictos entre las nacionalidades y regiones del país, separar a la juventud de los valores tradicionales de la sociedad mediante drogas, sexo, y creando discordia en la sociedad. Es decir, implantar cambios forzados en nuestro modo de vida, sin nuestro consentimiento y sin que siquiera supiéramos lo que nos estaba sucediendo.

Hoy, la guerra híbrida 5.0 está más viva que nunca. Toda clase de degeneración musical es un producto fabricado por orden de un laboratorio. Todo ecologista al que le hayan lavado el cerebro ha surgido de un laboratorio de ingeniería social. Todo drogadicto es un producto secundario de una política gubernamental del futuro.

El objetivo final de la guerra híbrida 5.0 es la destrucción del espíritu humano y la degradación del hombre. Todos los defensores del radicalismo de izquierda y de derecha, de la aberración que suponen el New Age o el asqueroso e inmoral movimiento hippie, el movimiento contra la guerra y la contracultura de las drogas del rock and roll, forman parte de una conspiración única centralizada y coherente surgida de algún proyecto patrocinado por un gobierno y financiado por alguna fundación creada por el imperio invisible a través del Instituto Tavistock.

¿Cómo se hace esto? A través de la dialéctica hegeliana. La dialéctica hegeliana es un proceso formulado por el filósofo alemán Friedrich Hegel y usado por Carl Marx en la codificación del comunismo revolucionario como el materialismo dialéctico.

En el proceso dialéctico de la lucha de contrarios, es decir de la tesis y la antítesis, provoca una síntesis, otro sistema político, una síntesis de los dos que no es de izquierda ni de derecha.

Lo que el imperio llama la democracia, o la ilusión de la libertad, es un conflicto de los opuestos esencial para lograr este cambio. Además, el Estado se convierte en absoluto. El Estado exige completa obediencia del ciudadano individual. Un individuo no existe para sí mismo sino sólo para realizar un papel en el funcionamiento del Estado. Él encuentra la libertad solo y la obediencia al Estado. Entonces, ¿qué es el Estado? Obviamente es el imperio.

 

Fuente:

Daniel Estulin / Ángel Metropolitano — La desracionalización de la consciencia.

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