Por Mente Alternativa
En un revelador artículo de Pam Martens y Russ Martens publicado por Wall Street on Parade, se expone cómo los depósitos no asegurados en JPMorgan Chase, Wells Fargo, Citibank y Bank of America representan un riesgo sistémico para la economía estadounidense. Estos cuatro bancos concentran $3.2 billones en depósitos no asegurados, una cifra que supera en 202 veces las pérdidas que la FDIC asumió durante la crisis bancaria de 2023. Este contexto podría explicar por qué el senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado, cambió abruptamente su postura para apoyar un proyecto de ley republicano que evitó el cierre del gobierno federal.
Schumer, cuyos mayores donantes de campaña incluyen a gigantes financieros como Goldman Sachs, Citigroup y JPMorgan Chase, justificó su decisión argumentando que un cierre del gobierno habría otorgado más poder a Donald Trump, algo que consideró peor que aprobar una resolución continuada (CR) impopular entre los demócratas. Sin embargo, este giro ha generado críticas dentro de su partido, especialmente entre los progresistas, quienes ven la medida como una concesión a los intereses de Wall Street.
La conexión entre los megabancos y la estabilidad económica es innegable. En 2023, la FDIC tuvo que cubrir 15.8 billones en depósitos no asegurados durante la quiebra de Silicon Valley Bank y Signature Bank, lo que evidenció la fragilidad del sistema financiero. Hoy, los 3.2 billones en depósitos no asegurados en los cuatro megabancos representan una amenaza aún mayor. Un posible éxodo de estos fondos podría desencadenar una crisis bancaria sin precedentes, afectando no solo a Wall Street, sino también a la economía global.
Además, la decisión de Schumer coincide con una orden ejecutiva firmada por Trump el mismo día que el Senado aprobó la CR. Esta orden suspendió los permisos de seguridad de los abogados de Paul Weiss, el bufete de abogados donde trabaja el hermano de Schumer, Robert. La medida, que Trump justificó como una revisión de “interés nacional”, podría paralizar las operaciones del bufete, conocido por representar a grandes corporaciones y bancos de Wall Street.
La orden ejecutiva también prohíbe a los abogados de Paul Weiss acceder a edificios gubernamentales y recibir contratos federales, lo que ha generado preocupación sobre el futuro del bufete y su capacidad para atraer nuevos clientes. Trump citó específicamente la representación del bufete en casos relacionados con el ataque del 6 de enero y la investigación del fiscal de Manhattan, Mark Pomerantz, como motivos para su decisión.
Este escenario subraya la compleja relación entre la política, las finanzas y la justicia en Estados Unidos. Los $3.2 billones en depósitos no asegurados no solo representan un riesgo económico, sino también una herramienta de influencia política. Mientras los megabancos continúan acumulando poder, figuras como Schumer enfrentan el desafío de equilibrar los intereses de Wall Street con las necesidades de la clase trabajadora.
