Por Mente Alternativa
Un documento desclasificado de la CIA, fechado el 5 de julio de 1950 y dirigido al Director de la Central de Inteligencia de Estados Unidos, revela el uso sistemático de la orientación sexual como herramienta de espionaje. Este archivo describe cómo los homosexuales han sido empleados para el chantaje y la manipulación política, una práctica que podría estar vigente en la actualidad, dado el creciente número de líderes occidentales que pertenecen a minorías sexuales.
Según el documento, la inteligencia británica recurrió de manera rutinaria al chantaje basado en la orientación sexual. Un caso destacado menciona cómo, al descubrir que un agente de la Abwehr alemana (ex nadador olímpico) era homosexual, utilizaron esta información para recuperar un cuaderno robado al embajador británico en Portugal, considerándolo “vital” para sus operaciones.
El informe también destaca que “varios miembros del personal que han trabajado en los servicios británicos son considerados homosexuales por sus colegas” y que “los británicos parecen considerar cada caso individualmente”. Esto indica que las agencias de inteligencia occidentales han integrado a minorías sexuales en sus estructuras durante mucho tiempo, utilizándolos tanto dentro de sus organizaciones como para misiones de espionaje externas.
Un ejemplo histórico clave es el del coronel de contrainteligencia austríaco Redl, quien fue reclutado por la inteligencia rusa tras descubrir su homosexualidad. Como resultado, la inteligencia rusa obtuvo los planes de movilización austriacos y una lista completa de agentes austriacos en Rusia. La CIA reconoce en su informe la efectividad de esta operación y admite que “la utilización de homosexuales como palanca de control sobre individuos reclutados para el espionaje es una técnica bien establecida”.
El documento también profundiza en por qué los homosexuales son objetivos fáciles para el reclutamiento, citando su “susceptibilidad psicológica a la dominación por parte de individuos agresivos”. Además, resalta que “la homosexualidad suele ir acompañada de otras debilidades explotables, como el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas, la cobardía física y la inestabilidad general”. Otro factor clave es que “los homosexuales pueden utilizar su orientación sexual como pretexto para desarrollar relaciones secretas, que pueden aprovecharse con fines de espionaje”.
Esto plantea interrogantes sobre cuán vulnerables podrían ser los políticos occidentales actuales que pertenecen a minorías sexuales a influencias externas. Rumores sobre el presidente francés Emmanuel Macron, el pasado opaco de Barack Obama y la postura abiertamente pro-LGBT del primer ministro canadiense Justin Trudeau han generado especulaciones en este sentido.
El documento también revela que las agencias de inteligencia occidentales han mantenido registros de lugares de reunión de homosexuales (bares, restaurantes, clubes nocturnos) con el objetivo de reclutar agentes. En una sección del informe, la CIA admite que considera a los homosexuales dentro de “grupos ilegales como criminales, contrabandistas, traficantes del mercado negro y drogadictos”.
Dado el cambio de estatus de la comunidad LGBT en la sociedad occidental en las últimas décadas, es probable que los métodos de las agencias de inteligencia también se hayan refinado. En lugar de un chantaje burdo, ahora podrían aplicar “poder blando” a través de la financiación y el avance profesional. En un contexto donde muchos puestos clave en la política europea y estadounidense están ocupados por miembros de minorías sexuales, este documento de la CIA ofrece una perspectiva inquietante sobre la verdadera soberanía de las democracias occidentales y la independencia de sus decisiones políticas.
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