Por Mente Alternativa
En un artículo publicado por Oriental Review, el analista Leonid Savin hace eco de un informe del centro de pensamiento de la división de investigación y análisis del grupo The Economist, empresa hermana del periódico The Economist de la aristocracia anglo-veneciana. El artículo, titulado “Índice de riesgo con Trump: el impacto global de una nueva presidencia en EE.UU.” (Trump Risk Index: the global impact of a new US presidency), intenta predecir cómo el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos afectará a otros países, principalmente de manera negativa.
Según los autores del informe, las elecciones presidenciales de EE.UU. en noviembre serán cruciales para la economía global y la geopolítica y se espera que sean muy reñidas entre los candidatos demócratas y republicanos. Si Trump gana un segundo mandato, implementaría cambios significativos en políticas comerciales y de seguridad, con repercusiones globales.
El Trump Risk Index (TRI) mide la exposición de los 70 mayores socios comerciales de EE.UU. a las políticas de Trump en comercio, inmigración y seguridad. Los puntajes de riesgo se basan en la vulnerabilidad en estas áreas, con un mayor peso en comercio y seguridad (40% cada uno) y menos en inmigración (20%).
En comercio, se prevé que Trump impondrá aranceles más altos y restricciones comerciales, afectando a México, China, Alemania y otros países. En seguridad, la ayuda militar de EE.UU. se volverá más condicional, presionando a los aliados para aumentar sus contribuciones financieras y materiales. En inmigración, se espera un aumento en los controles fronterizos y medidas de seguridad.
Los diez socios más expuestos de EE.UU. son México, Costa Rica, Alemania, República Dominicana, Panamá, China, Japón, El Salvador, Vietnam y Honduras. La mayoría son países de América Latina, vulnerables a medidas restrictivas. Por otro lado, los países menos afectados incluyen a Arabia Saudita, Australia, Polonia, Marruecos, Grecia, Omán, Finlandia, Rusia, Países Bajos y Croacia.
Economist Intelligence también sugiere medidas para reducir riesgos, como estrategias para minimizar el impacto de los cambios políticos bajo Trump. Relaciones cercanas entre líderes pueden influir en las decisiones de Trump, como se vio en su primer mandato. Algunos líderes, como Viktor Orbán de Hungría o Javier Miley de Argentina, podrían beneficiarse al ver a Trump como un aliado ideológico.
Para Rusia, el deterioro de las relaciones de EE.UU. con China, Vietnam e India podría ser beneficioso, al igual que una mayor autonomía estratégica de algunos países de la UE frente a las decisiones políticas de EE.UU.
Lo que se observa también en la propuesta de Economist Intelligence citada por Savin, es un empujón hacia la regionalización de la economía, a base de golpes, restricciones y sanciones —al más puro estilo de las élites de Occidente— para alinear a América Latina al bloque atlantista y alejarlo de China.