Científicos del Instituto de Neurociencia en Shanghai han clonado dos monos con éxito, lo que lleva a la posibilidad real de clonar humanos. Los monos, Zhong Zhong y Hua Hua, fueron clonados con la misma técnica utilizada para crear a la oveja Dolly en 1996. De este modo, los dos macacos de cola larga, marcan la primera vez que se ha clonado el orden de los primates usando este método específico. Esto esencialmente implica que el proceso de clonación de un feto humano es completamente posible, al mismo tiempo que abre un diluvio de preguntas éticas y el potencial de avances médicos.
Aunque no es la primera vez que los primates han sido clonados técnicamente —un macaco rhesus se produjo mediante la división de embriones a fines de la década de 1990— es la primera vez que un primate ha sido clonado directamente de una célula corporal diferenciada. Los monos fueron clonados usando un proceso llamado transferencia de núcleo de células somáticas, en el que se elimina el núcleo de un óvulo y se inserta el ADN de una célula corporal separada. Los científicos pueden crear más clones de esta manera en comparación con la división de embriones.
Los investigadores están entusiasmados con la posibilidad de poder utilizar esta tecnología, junto con la herramienta de edición de genes CRISPR, para resolver o incluso erradicar por completo algunas de las enfermedades más confusas de la medicina, como el Alzheimer, la diabetes y el cáncer.
Sin embargo, las preocupaciones morales y éticas abundan cuando se trata de la seguridad y la perspectiva de bebés de diseño. Las historias de ciencia ficción distópica y las tramas de Black Mirror también vienen a la mente cuando se piensa en las posibles aplicaciones de esta tecnología.
En diciembre de 2002, el grupo religioso UFO Raëliano, afirmó haber clonado con éxito a un humano a través de su programa Clonaid, dirigido por la química francesa Brigitte Boisselier. El reclamo generó mucha controversia en los medios cuando un abogado le pidió al grupo que verificara el bienestar del niño en la corte. A pesar de las afirmaciones de que había clonado con éxito a otros 13 humanos, la falta de pruebas por parte de Boisselier y otros líderes raelianos llevó a la mayoría a creer que era un engaño.
