A mucha gente todavía le cuesta trabajo aceptar que lo que percibimos a través de los cinco sentidos no es más que una simulación holocuántica sumamente compleja. Sin embargo, en una investigación publicada el 4 de octubre en la revista Nature, cuatro científicos de la Universidad del País Vasco, en Bilbao, lograron crear un algoritmo cuántico de vida artificial en una computadora cuántica para responder preguntas sobre cómo nuestra existencia pudo surgir de partículas subatómicas inertes y moléculas orgánicas básicas. Algunos de ellos han comparado la exitosa experiencia de vida artificial cuántica con jugar a Second Life o los Sims “a un nivel completamente nuevo de física”, lo que también les ha llevado a cuestionarse si nosotros mismos podríamos estar viviendo en una simulación cuántica mucho más compleja. En diversos artículos hemos mostrado con fundamentos científicos contundentes que todo lo que vemos no es lo que verdaderamente es, sino la proyección de una realidad virtual que fue intervenida y reprogramada para controlar a la especie humana. Sin embargo, como en el experimento de la Universidad del País Vasco, sigue siendo un misterio responder a las preguntas más profundas sobre nuestra existencia, como la de qué o quién dio existencia a esas moléculas y partículas, y cómo la interacción entre ellas nos llevó a convertirnos en formas de vida altamente sensibles y conscientes.
Usando una computadora cuántica IBM QX4, el equipo de cinetíficos codificó unidades de vida artificial con qubits: los bits cuánticos que pueden existir como 1s y 0s simultáneamente en un estado enredado. Un qubit representaba el genotipo de un organismo vivo, el código genético para un cierto rasgo, y otro qubit representaba el fenotipo, la expresión física de un cierto rasgo. Luego agregaron cambios aleatorios en la rotación del estado cuántico de estos qubits para simular la mutación genética.
Esas partículas se automatizaron luego para reproducirse, mutar, evolucionar y morir, para simular la vida y la evolución.
“El objetivo del modelo propuesto es reproducir los procesos característicos de la evolución darwiniana, adaptados al lenguaje de los algoritmos cuánticos y la computación cuántica”, menciona el documento de los investigadores publicado en la revista Nature Scientific Reports.
Los resultados son interesantes porque presentan una explicación cuántica para explicar el mecanismo detrás de la evolución que coincide con muchas predicciones teóricas, corroborando las ideas propuestas por los antecesores de la teoría cuántica, como Schrödinger, Pauli y Von Neumann.
Pero mientras que su objetivo era simular artificialmente la vida de las partículas más básicas que se pensaba que existían en una “sopa primordial”, el experimento quedó lejos de responder a las preguntas más profundas sobre nuestra existencia, como la de qué fue lo que dio existencia a esas partículas y moléculas. O cómo la interacción entre estas partículas nos llevó a convertirnos en formas de vida altamente sensibles.
La computación cuántica está avanzando rápidamente. Sin embargo, la tecnología no se ha desarrollado hasta un nivel práctico donde se pueda implementar de manera efectiva. Los procesadores de computadoras cuánticas son altamente volátiles y requieren una atmósfera sensible, láseres de alta potencia y temperaturas extremas para mantenerse estables. Variables tan simples como ruidos fuertes pueden alterar los estados cuánticos, causando que las partículas pierdan coherencia.
Hasta el momento, Google dice que ha logrado un procesamiento de 72 bits con un chip cuántico, aunque el desarrollo de un procesador para lograr la “supremacía cuántica”, una computadora cuántica capaz de superar a la computadora binaria más rápida del mundo, aún no se ha logrado de manera consistente.
Fuente:
Nature Scientific Reports via Gaia — Quantum Artificial Life in an IBM Quantum Computer.
