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Científicos descubren red inalámbrica wifi en el cerebro humano y una ‘nueva’ forma de comunicación

Un equipo de investigadores que estudian el cerebro descubrió una “nueva” forma de comunicación neuronal “inalámbrica” no identificada previamente por la ciencia oficial, que se propaga a través del tejido cerebral y es capaz de saltar de las neuronas de una parte del cerebro a otra, incluso si la conexión entre ellos ha sido cortada.

 

Puntos clave de la investigación:

La actividad periódica lenta puede propagarse con velocidades de alrededor de 0.1 m s − 1 y ser modulada por campos eléctricos débiles.

  • La actividad periódica lenta en el corte longitudinal del hipocampo puede propagarse sin transmisión sináptica química o uniones, pero puede generar campos eléctricos que a su vez activan las células vecinas.
  • La aplicación de campos eléctricos extracelulares locales con amplitud en el rango de los campos endógenos es suficiente para modular o bloquear la propagación de esta actividad tanto en los modelos in silico como in vitro.
  • Los resultados apoyan la hipótesis de que los campos eléctricos endógenos, que antes se consideraban demasiado pequeños para desencadenar la actividad neuronal, desempeñan un papel importante en la autopropagación de la actividad periódica lenta en el hipocampo.
  • Los experimentos indican que una red neural puede dar lugar a ondas autopropagantes sostenidas por acoplamiento efáptico, lo que sugiere un nuevo mecanismo de propagación de la actividad neural en condiciones fisiológicas normales.

 

Si bien el cerebro aún sigue siendo un misterio, los científicos involucrados en la investigación ya sabían que envía pequeñas ondas neuronales que generan pequeñas cantidades de energía eléctrica. Sin embargo, se pensaba que los campos eléctricos eran demasiado pequeños para resultar en cualquier tipo de actividad neuronal.

Sin embargo, el equipo de Dominique Durand pudo descubrir que estos campos no solo son capaces de excitar a las células vecinas, sino que también pueden producir ondas de actividad que cruzan las brechas del cerebro, incluida una brecha de tejido cerebral que se cortó por completo.

Durante un experimento, la onda cerebral “saltó” a través de un espacio vacío repetidamente, produciendo un efecto similar a la “ola” que uno podría ver en un estadio, y que seguiría extendiéndose incluso si algunos de los espectadores permanecen sentados.

Durand señaló:

“Hemos sabido de estas olas durante mucho tiempo, pero nadie conoce su función exacta y nadie creía que pudieran propagarse espontáneamente… He estado estudiando el hipocampo, solo una pequeña parte del cerebro, durante 40 años y me sigue sorprendiendo.”

El comité de revisión de la revista Journal of Psychology solicitó a los investigadores de Case Western que repitieran el experimento antes de publicar su trabajo, pero Durand señaló que “todos los experimentos que hemos realizado desde entonces para probarlo lo han confirmado hasta ahora.” El artículo se publicó por primera vez en octubre de 2018.

Durand se enorgullece del descubrimiento, que le fue imposible creer cuando lo vio por primera vez, al igual que los miembros de su equipo y un colega de la Universidad de Tianjin en China.

Durand dijo:

“Fue un momento asombroso para nosotros y para todos los científicos a los que les hablamos sobre esto hasta ahora.”

 

Las implicaciones de este hallazgo podrían positivas si se aplican al paradigma de la conciencia, o negativas si se aplican a la agenda transhumanista

La ciencia no oficial que ha sido perseguida y censurada durante años sí conoce las implicaciones de hallazgos como este, que seguramente tendrán un gran impacto en el futuro de la neurociencia, además de proporcionar aún más evidencia para demostrar que el cerebro humano es un “hardware” que cuenta con el potencial para comunicarse a través del universo via electrómagnética. Ojalá y esta investigación no sea usada como justificación científica para conectar el cerebro humano a la red artificial 5G (transhumanismo), sino para promover la posibilidad de establecer formas de comunicación orgánicas y concienciales. Pues el ser humano no necesita conectarse artificialmente a una red universal wifi, sino orgánicamente a la conciencia colectiva que une a todo en el universo.

En el siglo XX, el misteriosamente desaparecido Dr. Jacobo Grinberg ya había comprobado empíricamente que “la humanidad comparte una conciencia común, o conciencia colectiva, y la existencia de individualidades separadas es una mera ilusión.” A esa colectividad conciencial la llamó “Enrejado (Lattice)” y a la capacidad de conexión entre sus componentes lo llamo el “Potencial Transferido.” Años antes, el fisico teórico David Bohm ya se había referido también a la conciencia común como el “Orden Implicado” y también afirmaba que “el potencial infinito del orden implicado está enrollado en cada uno de nosotros y en todos los elementos que ‘percibimos’ como separados.”

 

Ciencia respalda el conocimiento chamánico de almacenamiento, lectura y transferencia de ADN viviente

 

Fuentes:

The Journal of Phisyology / The Phisyological Society — Slow periodic activity in the longitudinal hippocampal slice can self‐propagate non‐synaptically by a mechanism consistent with ephaptic coupling.

The Daily / Case Western Reserve University — Discovering a new form of communication in the brain.

The Mind Unleashed — Neuroscientists Make “Jaw-Dropping” Discovery of “Wireless” Brain Communication.

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