[Nota del editor: Sir Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust británico, y Sir Patrick Vallance, ex presidente de investigación y desarrollo del gigante farmacéutico GlaxoSmithKline (GSK) y principal asesor científico del Gobierno británico desde marzo de 2018, aparecen en los “Archivos Fauci”, un explosivo lote de correos electrónicos publicados en virtud de la legislación sobre libertad de información en Estados Unidos. También se sabe que Moderna, Inc., la empresa estadounidense que desarrolló la vacuna ARNm contra el Covid-19, está financiada por la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI), que fue fundada en Davos por la polémica Fundación Bill & Melinda Gates, el Wellcome Trust británico y el Foro Económico Mundial.
Jeremy Loffredo y Whitney Webb documentaron la evidencia de cómo los desarrolladores de la vacuna Oxford-AstraZeneca tienen vínculos previamente no revelados con la rebautizada Sociedad Británica de Eugenesia así como con otras instituciones relacionadas con la Eugenesia como el Wellcome Trust británico. En marzo de 2o20, los patriotas de Americans for Innovation también documentaron (1, 2) la abundante evidencia que vincula al coronavirus con la Pilgrims Society, El Instituto Pribright y el Wellcome Trust británicos. Ellos llaman la atención sobre el hecho de que a pesar de que la patente estadounidense No. 10.130.701 (de coronavirus) está registrada a nombre del Instituto Pirbright (Reino Unido), que es dirigido a su vez por el Wellcome Trust, nadie en los medios de comunicación habla sobre este hecho evidente. Incluso los medios alternativos guardan silencio al respecto. Americans for Innovation cree que eso se debe a que los culpables están usando múltiples trucos de propaganda de su libro de jugadas para evitar cualquier señalamiento contra el Privy Council Británico y la corona.]
Por Great Game India
Dos de los principales científicos que dirigen la respuesta británica a la pandemia de Covid-19 se confabularon con el Dr. Fauci para encubrir la investigación sobre armas biológicas y COVID-19, también conocida como experimentos de ganancia de función, con el objetivo imponer la teoría del origen natural del coronavirus.
Sir Jeremy Farrar, director del Wellcome Trust británico, y Sir Patrick Vallance, ex presidente de investigación y desarrollo del gigante farmacéutico GlaxoSmithKline (GSK) y principal asesor científico del Gobierno británico desde marzo de 2018, aparecen en los “Archivos Fauci”, un explosivo lote de correos electrónicos publicados en virtud de la legislación sobre libertad de información en Estados Unidos.
El Wellcome Trust es una fundación inmensamente rica que distribuye 1.000 millones de libras anuales para la investigación sanitaria mundial. Se creó en 1936 tras la muerte de Sir Henry Wellcome, fundador de una empresa que luego se convirtió en GlaxoSmithKline.
Farrar también ocupa un puesto en el Grupo de Asesoramiento Científico para Emergencias (Sage) del Reino Unido y forma parte de la junta directiva de la Coalición para las Innovaciones en la Preparación de Epidemias, que destinó 1.000 millones de dólares al desarrollo de la vacuna Covid-19.
Vallance, que preside el grupo de expertos asesores del Gobierno en materia de vacunas, fue revelado por The Telegraph el año pasado por tener una participación de 600.000 libras en GSK, lo que provocó denuncias de conflicto de intereses. Ya había cobrado más de 5 millones de libras en acciones que recibió de la empresa durante su mandato.
Como ya informó GreatGameIndia, el Wellcome Trust tiene vínculos no revelados con el movimiento eugenésico británico.
Desde el principio de la pandemia, al Dr. Anthony Fauci le preocupaba que el público pudiera llegar a la conclusión de que el Covid se había originado en el Instituto de Virología de Wuhan y que pudiera ser investigado penalmente por financiar la investigación sobre armas biológicas, también conocida como los experimentos de ganancia de función.
Los Archivos Fauci muestran cómo los principales científicos británicos se confabularon con el Dr. Fauci para encubrir el origen humano del virus.
El presentador y comentarista de Fox News, Tucker Carlson, plantea estas preocupaciones en su segmento de noticias (ver más abajo):
“¿Por qué Tony Fauci estaría tan preocupado de que los estadounidenses lleguen a esa conclusión? Posiblemente porque Tony Fauci sabía perfectamente que había financiado experimentos de ganancia de función en ese mismo laboratorio. Los correos electrónicos demuestran que Fauci mintió sobre esto bajo juramento”.
El primer correo electrónico que Carlson mostró a los espectadores estaba fechado el 31 de enero de 2020, el día en que la Organización Mundial de la Salud declaró que el Covid representaba una emergencia sanitaria mundial.
Fue enviado a Fauci a última hora de esa noche por el inmunólogo Kristian Anderson, del Instituto de Investigación Scripps de California, considerado el más influyente del mundo por su papel en los avances científicos. Sólo fue copiado a otra persona: Jeremy Farrar.
Anderson advirtió que el virus tenía rasgos que podían hacer pensar que podía proceder de un laboratorio.
Su correo electrónico decía: “Las características inusuales del virus constituyen una parte realmente pequeña del genoma (menos del 0,1 por ciento), por lo que hay que mirar muy de cerca todas las secuencias para ver que algunas de las características (potencialmente) parecen diseñadas”.
Al día siguiente, Fauci respondió: “Gracias, Kristian. Hablamos pronto sobre la llamada”.
Después, envió un correo electrónico urgente a su adjunto, Hugh Auchincloss, marcado como IMPORTANTE:
“Hugh, es esencial que hablemos esta mañana. Mantén tu teléfono móvil encendido… Lee este documento y el correo electrónico que te enviaré ahora. Tendrás tareas que hacer hoy”.
El artículo fue descrito en el correo electrónico como: ‘Baric, Shi et al – Nature Medicine – SARS gain of function’.
El artículo en cuestión, publicado en noviembre de 2015, fue escrito por Ralph Baric, un inmunólogo afincado en los Estados Unidos y receptor de fondos del instituto de Fauci desde hace tiempo.
En él se reconocía que Zhengli-Li Shi, del Instituto de Virología de Wuhan, había proporcionado secuencias genéticas de murciélagos chinos que se utilizaron para construir un virus quimera, una creación de laboratorio modificada genéticamente que los investigadores demostraron que era capaz de infectar y dañar el tejido humano.
El artículo concluye: Sobre la base de estos resultados, los paneles de revisión científica pueden considerar que estudios similares de construcción de virus quiméricos basados en cepas circulantes son demasiado arriesgados…. En conjunto, estos datos y restricciones representan una encrucijada de las preocupaciones de la investigación sobre la ganancia de función (GOF, por sus siglas en inglés): el potencial para prepararse y mitigar futuros brotes debe sopesarse con el riesgo de crear patógenos más peligrosos”.
A este respecto, Carlson comentó:
“Sabemos que a principios del año pasado, mucha gente de los Institutos Nacionales de Salud estaba preocupada porque el Covid no se había producido de forma natural. Les preocupaba que hubiera sido manipulado en un laboratorio de China. Y, sin embargo, parecían decididos a ocultar esos hechos al público. ¿Por qué?
La tarde del 1 de febrero del año pasado, Fauci celebró una conferencia telefónica con varios virólogos de alto nivel. La mayoría de los detalles de esa llamada permanecen ocultos a la vista del público – han sido redactados. Sabemos que la llamada estaba relacionada con un documento titulado “Comparación de la secuencia del coronavirus”.
‘Jeremy Farrar, un médico británico que dirige una importante organización de investigación sin ánimo de lucro, recordó a todos los presentes en la llamada que lo que decían era alto secreto’.”
Farrar envió un correo electrónico sobre la teleconferencia esa misma tarde a Fauci y Patrick Vallance, con copia a otras seis personas, entre ellas Paul Schreier, director de operaciones de Wellcome; el virólogo alemán Christian Drosten; la viróloga holandesa Marion Koopmans, y Kristian Anderson.
Llevaba la siguiente advertencia: “La información y el debate se comparten de forma totalmente confidencial y no deben compartirse hasta que se acuerden los próximos pasos”.
En otros correos electrónicos, Farrar, que ha promovido públicamente la teoría de que el virus evolucionó de forma natural, transmitió un artículo que sugería que el virus podría haber sido creado como arma biológica.
Este artículo estaba relacionado con una investigación llevada a cabo por científicos indios en la que se concluía que el coronavirus había sido diseñado con inserciones similares a las del sida.
Como ya informó GreatGameIndia, los correos electrónicos de Fauci revelaron que fue el propio Dr. Anthony Fauci quien amenazó a los científicos indios y les obligó a retirar su estudio que relacionaba el COVID-19 con el virus del SIDA.
Y sin embargo, por el delito de decir eso en voz alta, GreatGameIndia fue tildada de publicación de “guerra de información clandestina” por el Atlantic Council y acosada por sus Fact-checkers.
Como dice Carlson: Hasta hace poco no se permitía sugerir que el Covid pudiera ser obra del hombre. ¿Por qué no se podía sugerir eso? Los factcheckers no lo permitían. ¿Por qué no lo harían? Porque Tony Fauci aseguró a los monopolios tecnológicos que el coronavirus no podía haber sido creado por el hombre. Y así los monopolios tecnológicos cerraron el tema”.
Carlson luego reprodujo un clip de una conferencia de prensa de la Casa Blanca del 17 de abril de 2020 en la que Fauci declaró:
“Un grupo de biólogos evolutivos altamente cualificados miró las secuencias allí, y las secuencias en los murciélagos a medida que evolucionan, y la mutación que se necesitó para llegar al punto en el que está ahora es totalmente consistente con un salto de una especie de un animal a un humano.”
Dos días más tarde, el científico británico Peter Daszak, uno de los que Fauci había financiado para llevar a cabo los experimentos en Wuhan, le escribió para agradecerle su ayuda al “afirmar que las pruebas científicas apoyan un origen natural del Covid-19 a partir de un salto de murciélago a humano, y no una liberación en laboratorio del Instituto de Virología de Wuhan”.
Daszak, presidente de la alianza EcoHealth, que ha recibido decenas de millones de dólares de los contribuyentes estadounidenses para investigar los coronavirus, es uno de los principales miembros de un equipo de la Organización Mundial de la Salud cuya investigación sobre los orígenes de la pandemia fue ampliamente considerada como un lavado de cara cuando se publicó el 30 de marzo. Dirige un comité de Lancet con el mismo cometido.
Lo interesante es que Peter Daszak es el mismo que orquestó la publicación de un artículo “científico” en Lancet en el que se afirmaba que el virus dio el salto entre especies de forma natural.
Peter Daszak es también el mismo tipo que la OMS envió a China para investigar las afirmaciones de si el virus evolucionó de forma natural o fue diseñado.
Vea la emisión de Tucker Carlson a continuación:
Fuente:
Great Game India: How Top British Scientists Covered Up COVID-19 Bioweapons Research To Peddle Natural Origin Theory.
