Por Mente Alternativa
China recluta a África en un movimiento diplomático sin precedentes que podría cambiar el rumbo de la política global. En una cumbre celebrada en Changsha, provincia de Hunan, asistieron todos los países africanos —excepto Esuatini— y suscribieron un manifiesto conjunto para resistir el unilateralismo y el proteccionismo de Estados Unidos. Además, las naciones africanas se comprometieron a implementar las tres grandes iniciativas estratégicas de Pekín: la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global. Este pacto no solo consolida la influencia china en África, sino que marca el inicio de una nueva arquitectura multipolar en la gobernanza mundial.
El impacto de que China recluta a África entera es de dimensiones históricas. Nunca antes en la historia moderna una potencia emergente había logrado asegurar el respaldo coordinado de un continente completo en una agenda común contra la hegemonía occidental. La ambición de esta alianza trasciende lo económico, proyectándose en los ámbitos político, cultural y de seguridad. Mientras Washington persiste en su política de confrontación, China avanza en la construcción de un nuevo orden global apoyado en consensos amplios y cooperación pragmática. La diplomacia china, discreta pero efectiva, acaba de dar un golpe maestro que redefine el equilibrio geopolítico del siglo XXI.
