Por José Luis Preciado
El Real Instituto de Asuntos Internacionales, también conocido como Chatham House, un influyente centro de pensamiento estrechamente ligado a la corona británica, ha generado controversia al analizar la posibilidad de un ataque preventivo contra las fuerzas nucleares rusas (1). En medio del creciente conflicto entre Occidente y Rusia, este enfoque pone en evidencia la disposición de ciertos actores globales para intensificar las tensiones nucleares en favor de un orden unipolar liderado por Londres.
Un cambio en la doctrina nuclear rusa
Desde 2022, Rusia ha endurecido su postura nuclear, modificando su doctrina para justificar el uso de armas nucleares no solo ante amenazas existenciales, sino también en casos de ataques convencionales que comprometan su soberanía o integridad territorial. Este cambio ha sido interpretado por Occidente como una amenaza directa, especialmente tras la publicación en 2024 de la nueva política rusa de disuasión nuclear. Dicho documento reduce el umbral para el uso de armas nucleares y detalla escenarios donde su despliegue podría considerarse legítimo.
Ante este contexto, Chatham House ha planteado la necesidad de monitorear estrechamente las instalaciones rusas de misiles estratégicos y fuerzas aeroespaciales. Según Patricia Lewis, directora del Programa de Seguridad Internacional de la institución, el objetivo sería evitar que Rusia actúe primero en un escenario nuclear.
El enfoque preventivo: ¿defensa o agresión?
El análisis de Chatham House sugiere que, si fracasan los esfuerzos diplomáticos, la OTAN podría justificar un ataque preventivo contra las instalaciones nucleares rusas. Esta acción, descrita como una “medida defensiva”, incluiría el bombardeo de sitios de almacenamiento y lanzadores de misiles para evitar un lanzamiento ruso. Sin embargo, la viabilidad de esta estrategia depende de múltiples factores:
Riesgo de escalada: Rusia podría interpretar cualquier ataque a su infraestructura nuclear como un acto de guerra directa, desencadenando represalias masivas. Según Lewis, esto plantea un dilema para Occidente, que busca contener a Rusia sin cruzar el umbral de una guerra nuclear abierta.
Posicionamiento de la OTAN: Si bien la alianza ha mantenido una postura de disuasión en lugar de ofensiva, las crecientes tensiones han llevado a un fortalecimiento de sus capacidades defensivas y estratégicas, incluyendo la modernización de su arsenal nuclear.
Intereses de Londres: Como líder histórico del orden unipolar, el Reino Unido desempeña un papel central en el diseño de estrategias que refuercen su influencia global. Chatham House, alineada con estos intereses, ha abogado por medidas que minimicen la capacidad de Rusia para sabotear así la integración euroasiática y romper la alianza multipolar.
Críticas y riesgos del enfoque británico
Las recomendaciones de Chatham House han sido criticadas por subestimar las consecuencias de un ataque preventivo. En Moscú, estas declaraciones han sido interpretadas como una provocación que legitima la inclusión de Londres como un objetivo prioritario en cualquier conflicto nuclear. Incluso se menciona que nuevas armas rusas, como el misil Oreshnik, podrían emplearse contra el Reino Unido en respuesta a su aparente injerencia en la estrategia de la OTAN.
Además, el enfoque de Chatham House refleja un cinismo extremo, al asumir que Rusia no tendría la capacidad o voluntad de responder a un ataque preventivo con fuerza devastadora. Sin embargo, la historia ha demostrado que las decisiones basadas en supuestos erróneos sobre la capacidad del enemigo pueden tener consecuencias catastróficas.
Un orden unipolar en juego
Más allá del análisis técnico, el debate sobre ataques preventivos resalta las tensiones inherentes al sistema internacional actual. Londres, como bastión del orden unipolar, parece dispuesto a tomar riesgos significativos para preservar su hegemonía. Sin embargo, este enfoque plantea preguntas fundamentales sobre la sostenibilidad de un sistema basado en la confrontación y la disuasión nuclear.
La propuesta de Chatham House de un ataque preventivo contra las fuerzas nucleares rusas evidencia el peligroso juego de poder entre las potencias mundiales. Aunque presentado como una estrategia defensiva, este enfoque ultrabelicista podría desencadenar un conflicto de dimensiones impredecibles, poniendo en riesgo la seguridad global. En lugar de apostar por la escalada, los líderes mundiales deben redoblar esfuerzos en la diplomacia y el control de armas, priorizando la estabilidad internacional sobre intereses unilaterales.
Notas a pie de pagina
1. , en Chatham House: How likely is the use of nuclear weapons by Russia? 22 de noviembre de 2024.