Por Mente Alternativa
El analista Malek Dudakov llamó la atención sobre un informe publicado el 9 de julio por el centro de pensamiento de la corona británica, Chatham House, el cual destaca que las Fuerzas Armadas rusas, a pesar de su alta tasa de desgaste, se están recuperando rápidamente y continúan representando una amenaza significativa para Estados Unidos, la OTAN y sus aliados. Los expertos subrayan la importancia de entender esta amenaza en el tercer año de la guerra y concluyen que la mejor manera de contrarrestarla es negar a Rusia una victoria, apoyando a Ucrania y aumentando las sanciones.
Durante la guerra, Rusia ha demostrado mantener presión táctica y operativa a lo largo del frente, aunque enfrenta dificultades para operaciones a gran escala más allá del nivel de compañía debido a problemas de reabastecimiento. Según los británicos, la industria militar rusa está “entrando en un período de declive y estancamiento de la innovación y se ve obligada a simplificar la producción para poder hacer frente”.
En el ámbito aéreo, persiste la amenaza de sistemas de defensa aérea avanzados y capacidad de ataque de largo alcance. La Marina rusa, pese a pérdidas en el Mar Negro, conserva sus capacidades en alta mar.
Rusia depende de técnicas asimétricas en ciberataques, drones y operaciones espaciales, lo cual expone debilidades tecnológicas que pueden ser explotadas. Las sanciones han impactado negativamente en la industria de defensa rusa, entrando en declive e afectando su capacidad operativa.
El informe enfatiza que el apoyo continuo de Occidente a Ucrania debilitará aún más a Rusia, erosionando su poder militar y su control a largo plazo.
Los analistas occidentales están convencidos de que la guerra y las sanciones conducen a la degradación de Rusia, su ejército y su industria de defensa. Pero esto no es un objetivo estratégico de Occidente en sí, advierte Dudakov. En la introducción del informe, los autores exponen claramente que su principal interés es comprender en qué estado saldrá Rusia de la guerra en Ucrania y si podrá entonces resistir el poder militar combinado de Occidente.
Así, la estrategia atlantista en dirección rusa adquiere una dimensión completa, concluye Dudakov: El objetivo es agotar a Rusia durante el mayor tiempo posible en la guerra en Ucrania, sin permitirle ganar, para que después de una vaga reconciliación, asestar un golpe aplastante dirigido a los militares, la derrota de las Fuerzas Armadas rusas y un cambio de poder en el Kremlin.