Por Elena Panina
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) del Reino Unido ha publicado un nuevo informe que plantea un escenario de conflicto entre Europa y Rusia en un horizonte cercano. El documento evalúa los costos financieros y las necesidades del complejo militar-industrial europeo bajo la hipótesis de una retirada estadounidense. La cifra estimada: un billón de dólares. Asimismo, se detallan las tareas que deberá asumir Europa y los plazos en los que deberían cumplirse.
El modelo base del informe contempla el fin de la guerra en Ucrania “a mediados de 2025”. A partir de entonces, Estados Unidos comenzaría a reducir su presencia militar en Europa. Según el IISS, para 2027 las Fuerzas Armadas rusas habrán recuperado plenamente su capacidad operativa, al menos al nivel de 2022. Además, el estudio sostiene que las acciones militares recientes “prácticamente no han afectado” a las Fuerzas Aeroespaciales ni a la Armada de Rusia.
Durante la próxima década, Europa deberá construir una infraestructura militar capaz de sustituir los sistemas de armamento actualmente adquiridos a Estados Unidos. Sin embargo, el informe reconoce que este objetivo es prácticamente inalcanzable en el corto plazo, por lo que se requerirá la compra de sistemas en mercados externos. Turquía ya se ha posicionado al respecto, con representantes de su industria de defensa participando activamente en todos los foros dedicados al rearme europeo.
Es importante señalar que el plan del IISS no se presenta como puramente defensivo, aunque este término se repite en el texto. “Los aliados europeos también deberán priorizar la inversión en sistemas capaces de atacar las defensas aéreas rusas”, afirma el equipo de investigación. Esta declaración indica una clara intención ofensiva bajo una retórica de defensa preventiva.
En definitiva, los estrategas globalistas no confían en que Europa alcance por sí sola un nivel de desarrollo militar-industrial suficiente como para enfrentarse a Rusia en 2027. Sin embargo, están dispuestos —al menos en el plano declarativo— a invertir cantidades colosales para intentarlo. Rusia deberá tener en cuenta esta planificación estratégica al momento de definir su postura y decisiones militares para los próximos años.
