Por Mente Alternativa
Un hombre de Ontario de 40 años, apodado “Sr. A”, falleció por eutanasia tras diagnosticarle una condición llamada “síndrome post-vacunación COVID-19”, que no está reconocida oficialmente. A pesar de consultas con varios especialistas, no se identificó un diagnóstico definitivo, lo cual generó debate sobre si esta condición, potencialmente incurable, cumple con los criterios para una muerte asistida en Canadá.
El caso forma parte de una serie de revisiones del Comité de MAID (muerte asistida) de Ontario que evalúa las solicitudes de eutanasia para casos no terminales, conocidos como “Track 2”. Aunque el comité está dividido, algunos miembros señalaron que la intervención del médico de MAID, quien transportó al paciente a la eutanasia, cruzó los límites profesionales.
Este caso plantea preocupaciones sobre la falta de tratamientos y apoyos adecuados para aquellos que creen tener efectos secundarios graves de las vacunas COVID-19. Dr. Sonu Gaind, psiquiatra, expresó su preocupación ante estos procedimientos y señaló que algunas acciones pueden interpretarse como facilitación del suicidio. Según un informe de 2023, 2.6% de las muertes asistidas en Ontario corresponden a casos no terminales.
