Por Mente Alternativa
British Petroleum (BP) ha dado un giro radical en su estrategia al abandonar su agenda verde y vender activos renovables. La compañía, que en 2020 prometió reducir su producción de petróleo y gas en un 40% para 2030, ahora prioriza la rentabilidad ante la caída de sus beneficios.
El informe de ganancias de BP revela que su capacidad de generación renovable alcanza los 8,2 GW, pero la empresa no logró cumplir su objetivo de EBITDA de 40.900 millones de dólares en 2024. Esto ha llevado a una reestructuración que implica la venta de parques eólicos y solares, así como la reducción de inversiones en energías limpias.
La presión financiera ha obligado a BP a seguir los pasos de otras grandes compañías del sector, las cuales han reconsiderado su enfoque en energías renovables. La recuperación de los precios de los combustibles fósiles ha hecho que el negocio del petróleo y el gas sea más rentable, desplazando las inversiones en energías limpias.
El cambio de rumbo de BP refleja el fracaso de la farsa del cambio climático dizque antropogénico, en un nuevo orden mundial multipolar en el que las naciones no-occidentales no están dispuestas a suicidarse con tal de cumplir la agenda maltusiana del Club de Roma.
La venta de activos renovables y la reorientación hacia los hidrocarburos podrían tener un impacto significativo en el futuro de la transición energética impuesta por el decadente orden unipolar.
