Más allá de “distracciones” como la crisis sanitaria manufacturada del Covid-19, todo indica que sera climática la encrucijada geoestratégica que definirá el futuro de la humanidad.
Por Mente Alternativa
“Ya desde 2012 el anterior legislador texano Ron Paul… había señalado que ‘los Rothschild poseen acciones de las principales 500 trasnacionales de la revista Fortune, que son controladas por ‘los cuatro grandes (The Big Four)’: Black Rock, State Street, FMR (Fidelity) y Vanguard Group.” — Alfredo Jalife Rahme
Hay dos opciones: Retomamos el camino de la industrialización y avanzamos hacia el desarrollo, o nos encaminamos hacia la desindustrialización y la despoblación mundial basadas en la ciencia fraudulenta promovida con cinismo por las élites anglo-venecianas y sus socios estadounidenses —como muestra la siguiente conversación, grabada en 2020, entre Lord Jacob Rothschild y su hija Hannah Rothschild (1):
“Hannah Rothschild: Y en cierto modo, me temo que el Corona ha eclipsado ligeramente la importancia de esta conversación. Nadie está diciendo que el Corona no sea increíblemente devastador, pero en realidad tenemos que pensar a largo plazo sobre el planeta.
Jacob Rothschild: Sí, es una distracción. Y más que una distracción es una tragedia [risas de Hannah Rothschild]. Pero tiene ese efecto desencadenante.”
El “efecto desencadenante” al que Lord Jacob Rothschild se refiere de manera críptica, en realidad es el efecto catalizador que él y los linajes de la aristocracia europea a los que representa necesitan para introducir sus largamente planeadas políticas maltusianas de desindustrialización, despoblación mundial y control de la población, pero no por el bien del planeta, sino para garantizar la supervivencia y el poder de las mismas élites.
Harley Schlanger, de La Organización LaRouche, ha advertido (2) cómo esta situación nos puede llevar a otra gran guerra:
“Mientras la Asamblea General de las Naciones Unidas se reunía ayer en Nueva York, la única cuestión real que tienen ante sí los miembros es la del desarrollo frente a la despoblación. Mientras el primer ministro británico Boris Johnson impulsaba abiertamente la despoblación, el presidente Biden se esforzaba por esconderse detrás de la retórica sobre la ‘diplomacia’ y la ‘no guerra fría’; pero sus acciones de la semana pasada, al anunciar formalmente una nueva alianza estratégica con los británicos y Australia —en contra de China y Rusia— muestran por qué tantas naciones ya no confían en Estados Unidos.”
En un artículo reciente, Chris MacIntosh (3) también advierte que esto se convertirá rápidamente en algo geopolítico, y se pregunta si BlackRock, Citi Group, Prudential, HSBC y otros oportunistas podrán llegar a decidir el destino de las naciones. De hecho, apunta, ya están afectando el destino de las naciones, como ocurre con Canadá y toda Europa Occidental.
Harley Schlanger: Las políticas verdes congelarán a los europeos este invierno
¿Pero harán lo mismo con China? ¿Harán lo mismo con Rusia?
La respuesta sólo se conocerá a su debido tiempo, afirma Chris MacIntosh, aunque más que poner atención las palabras, hay que estar atentos a las acciones…:
“China pondrá en funcionamiento 38,4 gigavatios (GW) de nueva capacidad energética de carbón en 2020, según una nueva investigación internacional, más del triple de la cantidad construida en otros lugares del mundo y que podría socavar sus objetivos climáticos a corto plazo”.
“Casi todas las 60 nuevas centrales de carbón previstas en Eurasia, Sudamérica y África —70 gigavatios de energía de carbón en total— están financiadas casi exclusivamente por bancos chinos”
Ante esto, panfletos del imperio como el FT, Reuters y Bloomberg, han reaccionado diciendo que: “La iniciativa china del cinturón y la ruta crea un problema para China con respecto a sus objetivos climáticos.”
¿De verdad es así?, se pregunta Chris MacIntosh:
“No hay ningún conflicto o problema. Permítanme explicarlo. Esto es lo que está ocurriendo. Seguirán defendiendo de boquilla la ideología oportunista mientras se hacen con la mayor parte del mercado energético, y para cuando todos nos despertemos, controlarán las cadenas energéticas y logísticas del mundo. Y una vez que hayan hecho eso, podrán controlar la moneda de reserva y una vez que hayan hecho eso… bueno, serán la potencia dominante. Se acabó el juego. A este ritmo lo conseguirán en un periodo de tiempo aterradoramente rápido. No más de un par de décadas.”
Es la misma historia de siempre, dice MacIntosh. Occidente (Norteamérica y Europa) se considera por encima de Oriente y cree que puede dictar al resto del mundo lo que debe hacer, como indica BlackRock en un artículo repleto de pseudociencia:
“BlackRock Inc. y otras grandes instituciones financieras están trabajando en planes para acelerar el cierre de las centrales eléctricas de carbón en Asia en un intento de eliminar el uso de los peores contribuyentes al cambio climático causados por el hombre.”
“El mundo no puede alcanzar los objetivos climáticos de París a menos que aceleremos la retirada y la sustitución de las centrales eléctricas de carbón existentes”, dijo Don Kanak, presidente de la división de mercados de crecimiento de seguros de Prudential, en un comunicado. “Esto es especialmente en Asia, donde las flotas de carbón existentes son grandes y jóvenes y, por lo demás, funcionarán durante décadas”.
No hay nada más alejado de la realidad. Y lo único que el eje transatlántico parece temer es ser desplazado por Asia y tener que vivir en un mundo multipolar.
EIR: El CO2 no puede provocar una catástrofe climática, como afirman los alarmistas
En su obra “No hay límites para el crecimiento” (4), el economista y estadista Lyndon LaRouche demuestra que las tesis del Club de Roma sobre los “límites del crecimiento” que supuestamente hemos alcanzado en este planeta, en realidad son pura charlatanería desde el punto de vista científico.
Lyndon LaRouche y su esposa han dedicado su vida a presentar programas concretos de investigación y desarrollo que demuestren cómo se pueden superar los límites al crecimiento actualmente existentes para combatir el dizque “cambio climático provocado por el hombre”, que en realidad es un cambio natural causado por procesos cósmicos —cambios solares, orbitales y galácticos— y no por el CO2, como nos quieren hacer creer las élites maltusianas de Davos, Londres, el Vaticano y WallStreet con tal de desindustrializar y despoblar el planeta y llevarnos hacia una nueva Edad Media dirigida por los banqueros y la cibercracia.
Referencias:
(1) Jacob Rothschild y Hannah Rothschild, en Bloomberg Markets and Finance: Spotlight on Waddesdon Manor: Rothschild Green Estate, Home of Green Festival 2021.
(2) Harley Schlanger, en: The LaRouche Organization: The Issue Facing Humanity: Development Versus Depopulation.
(3) Chris MacIntosh, en: BlackRock and Citi Get on Board the Climate Nazi Train.
(4) Lyndon LaRouche: There Are No Limits to Growth; Introducción de Helga Zepp-LaRouche, fundadora del Club por la Vida.