Por Mente Alternativa
Ahora resulta que los “antagonistas” que representan a dos facciones de la criptocracia que está llevando a los Estados Unidos al caos, no solo compiten por el control de dicha nación, sino por ver cuál de los dos es más duro con China.
En una declaración que es un verdadero insulto a la inteligencia humana, el presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo a la cadena CBS que Xi Jinping no tiene “ni un hueso democrático en el cuerpo”, y aseguró que él no colaborará con el líder chino “de la manera que lo hizo el expresidente Donald Trump”.
¿Cómo se explica semejante contradicción?
Maquiavelo, el consejero de la Familia Medici de la nobleza negra veneciana del medioevo (que hoy opera a través de sus epicentros en la Ciudad de Londres, Suiza, el Vaticano y Washington DC), escribió lo siguiente en su obra El Príncipe:
“Cuando tengan un problema interno, busquen una conflagración en el exterior.”
Así, mientras los Estados Unidos se desquebraja en una crisis sistémica y existencial interna, bajo la lógica maquiavélica la estrategia a seguir es la de buscar un conflicto externo, por ejemplo, con China o con Rusia, que además de servirle para lubricar el negocio de la guerra y distraer a la gente del verdadero problema, dirige la mirilla hacia dos potencias que ponen en peligro la hegemonía de la nobleza negra anglo-veneciana y sus testaferros estadounidenses que constituyen el epicentro del poder imperial occidental.
China no es el enemigo: Londres controla al Estado Profundo de casi toda nación occidental