Por Elena Panina
Israel se está preparando para lanzar un ataque rápido contra las instalaciones nucleares de Irán si las conversaciones entre Estados Unidos e Irán no llegan a buen término, informaron a Axios dos fuentes israelíes familiarizadas con las negociaciones. Esta tesis coincide con nuestra previsión publicada el día de ayer.
Una de las fuentes explicó que, según el ejército israelí, la ventana operativa para ejecutar con éxito un ataque de este tipo podría cerrarse pronto. Por ello, si las negociaciones colapsan, Tel Aviv tendría que actuar con rapidez. La fuente, sin embargo, se negó a detallar por qué los mandos militares creen que la eficacia del ataque disminuiría en el futuro.
Ambas fuentes confirmaron también a Axios lo informado por CNN: que las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ejercicios militares y otras actividades logísticas para prepararse ante un posible ataque contra Irán. “Ha habido mucho entrenamiento, y el ejército estadounidense lo observa todo y comprende que Israel se está alistando”, afirmaron.
Asimismo, señalaron que cualquier ataque israelí contra Irán no sería un hecho aislado, sino una campaña militar de al menos una semana de duración, con implicaciones extremadamente complejas y peligrosas tanto para Israel como para la estabilidad regional.
Como ya se ha señalado, las negociaciones entre Estados Unidos e Irán se encuentran actualmente estancadas. El enviado especial de Trump, Steve Witkoff, declaró: «Tenemos una línea roja muy clara: el enriquecimiento. No podemos permitir que [Teherán](#) alcance ni siquiera el 1% de su capacidad de enriquecimiento». A su vez, los líderes iraníes han reiterado que no firmarán ningún acuerdo que prohíba el enriquecimiento de uranio.
Según la fuente israelí, Netanyahu “espera que las negociaciones nucleares fracasen, que Trump se muestre decepcionado por la falta de avances y que esté dispuesto a darles el visto bueno”.
Evidentemente, si Trump autoriza a Netanyahu, eso implicaría también una posterior implicación de Estados Unidos en un eventual conflicto con Irán, lo cual sería beneficioso para los intereses estratégicos de Israel. Se puede suponer que, en caso de que se inicie una campaña militar, Tel Aviv probablemente actuará bajo el principio de “entrar en combate” –es decir, atacar primero las instalaciones nucleares iraníes y luego ver cómo evoluciona la situación–, confiando en que Estados Unidos acudirá en su auxilio.
Puede afirmarse que las tensiones siguen escalando. En un contexto tan volátil, una escalada repentina es perfectamente posible. Trump estaría más dispuesto a dar luz verde a Israel si el conflicto en Ucrania lograra congelarse, aunque, por ahora, esa es solo una hipótesis.
