Por Mente Alternativa
Julian Assange, fundador de Wikileaks, está a punto de ser liberado tras años de negociaciones con la fiscalía estadounidense. Assange aceptó declararse culpable de un cargo menor de espionaje, lo que permitirá que su sentencia se considere cumplida después de pasar cinco años en la prisión británica de Belmarsh, conocida por alojar a criminales peligrosos.
Después de 12 años de encierro, incluyendo su asilo en la embajada de Ecuador y su tiempo en Belmarsh, Assange será trasladado a las Islas Marianas del Norte, un territorio neutral en el Pacífico occidental. Allí, finalizará un acuerdo con el gobierno de EE.UU. y se espera que pronto pueda regresar a Australia como hombre libre.
Este acuerdo no establece precedentes legales que pongan en riesgo a futuros periodistas, según expertos. Bruce Afran, abogado constitucional, explicó que el trato no perjudica a periodistas que publiquen información clasificada en el futuro.
Aunque la liberación de Assange es una gran victoria, la injusticia cometida contra él y el periodismo no se ha revertido. La verdadera justicia debe incluir una purga de los medios de comunicación y cambios legales en EE.UU. para proteger a periodistas y reconocer su sacrificio.
Este grotesco episodio ha dañado la reputación de los Estados Unidos, que sigue persiguiendo a sus ciudadanos y periodistas de manera similar, creando un clima de miedo que amenaza las libertades civiles. La lucha por la justicia continúa y aún queda mucho por hacer para asegurar la verdadera libertad y protección de los derechos de los informantes.