Donald Trump se negó a perdonar al editor de Wikileaks, Julian Assange, y al whistleblower de la NSA, Edward Snowden. Sin embargo, el último día de su gestión perdonó al espía israelí Aviem Sella —quien reclutó al traidor Jonathan Pollard para traicionar a EE.UU. y robar secretos militares para Israel. Los israelíes más tarde transmitieron esos secretos a Pakistán.
Semanas antes, Trump también indultó al agente jesuita Steve Bannon de los cargos que recibió por defraudar a los donantes en una campaña de recaudación de fondos en línea para construir el muro; a su consuegro (padre del talmudista Jared Kushner), quien fue condenado por delitos fiscales, manipulación de testigos y contribuciones ilegales a la campaña; y a cuatro mercenarios condenados por el brutal asesinato de civiles en Irak así como a tres excongresistas republicanos condenados por fraude y corrupción.