Hoy todo el mundo habla de la Agenda 2030, de Klaus Schwab y del Foro Económico Mundial (FEM) como los creadores de la idea del Gran Reseteo. Sin embargo, nada de lo que ellos promueven es nuevo. Los antecedentes de la “desintegración controlada” de la economía, manufacturada por las élites para impulsar el llamado Gran Reseteo o Gran Reajuste, se introdujeron en la década de los años 1980 en los Estados Unidos a través de agentes de la Comisión Trilateral durante la Administración Carter, como se expone en este artículo. Otros artículos ya han tratado el tema de las raíces ideológicas del Gran Reseteo, que pueden rastrearse hasta los años 1960s con la aparición del grupo de reflexión llamado Club de Roma —gestionado conjuntamente por la “nobleza negra” europea y la aristocracia británica para promover las ideas del farsante del siglo XVIII Parson Thomas Malthus, de la Compañía Británica de las Indias Orientales—, así como la idea farsante del cambio climático dizque “provocado por el hombre” impulsada por el agente británico Maurice Strong.
El viernes pasado en su cumbre anual en Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo a los banqueros centrales que la Fed probablemente impondrá más subidas de los tipos de interés en los próximos meses con la esperanza de tener la inflación bajo control, aunque ello “supondrá cierto dolor para los hogares y las empresas” y frenará la economía “durante algún tiempo” (1).
Los neoliberales dicen que elevar las tasas de interés es bueno porque se hace con el objetivo de reducir la liquidez. Esta medida fue presentada por el ex Gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, en la cumbre de Jackson Hole de 2019 con el objetivo de introducir un cambio de régimen financiero (2), es decir, un Gran Reseteo que en realidad busca instaurar una dictadura mundial de la banca centralizada a través de un colapso sistémico manufacturado por las propias élites globalistas.
Hoy todo el mundo habla de la Agenda 2030, de Klaus Schwab y del Foro Económico Mundial (FEM) como los creadores de la idea del Gran Reseteo. Sin embargo, como advierte el historiador y politólogo Harley Schlanger (3), nada de lo que ellos promueven es nuevo, y el origen del Gran Reseteo se introdujo en los Estados Unidos durante la Administración Carter a través de lo que denomina el “Proyecto 1980”.
Mucho antes de que la Agenda 2030 fuera impulsada por los macabros oligarcas que respaldan a Klaus Schwab y al FEM, Paul Volcker anunció en noviembre de 1978 que: “Una desintegración controlada de la economía mundial es un objeto legítimo para la década de 1980.” (4) Luego, en octubre de 1979 lanzó ese proyecto con altas tasas de interés como presidente de la Reserva Federal precisamente para llevar a cabo una desintegración controlada de la economía.
Es verdad que es necesario eliminar la liquidez del sistema especulativo mientras los precios de los alimentos y la energía se disparan —aunque no como consecuencia de las acciones de Putin en Ucrania, sino como resultado de una inundación de liquidez bombeada en el sistema durante los últimos dos años y medio. La cuestión es: ¿cómo se bombeó toda esa liquidez al sistema? No fue para la producción ni para el consumo, sino para proteger la burbuja de deuda y mantener la deuda en los libros de los bancos a su valor nominal o mejor para que la especulación pudiera continuar.
Esencialmente, la política anunciada por Jerome Powell el viernes pasado en la Cumbre de Jackson Hole es la misma política de Volcker introducida supuestamente para “combatir la inflación” bajo el liderazgo de la Comisión Trilateral, que proporcionó gran parte del gabinete que sirvió en la Administración Carter con gente como Zbigniew Brzezinski, Michael Blumenthal, Harold Brown y el propio Paul Volcker.
Volcker también desempeñó un papel importante en la decisión de agosto de 1971 de Richard Nixon de poner fin al sistema de Bretton Woods eliminando el respaldo en oro del dólar, lo que condujo a la creación de un sistema de tipo de cambio flotante.
Por otro lado, con Volcker se vio despegar la idea de lo que hoy llamamos globalización, es decir un avance hacia el control total de todos los aspectos de la economía y especialmente del sistema financiero a través de la eliminación de la soberanía de las naciones mediante la introducción de reformas de libre mercado, libre comercio, desregulación del comercio, etc., en combinación con la derogación de la Ley Glass-Steagal en los Estados Unidos, todo ello con el objetivo de impulsar la agenda para la instauración de un gobierno mundial unipolar.
Resulta claro cómo el objetivo del proyecto de la banca centralizada para la década de 1980 es esencialmente el mismo de hoy: reducir de forma radical la población mundial a través de un colapso financiero manufacturado que tiene el potencial de convertirse en un colapso sistémico si se conjuga con las crisis sanitarias manufacturadas, las guerras neocolonialistas, las políticas de austeridad, la guerra cultural, el transhumanismo y las políticas verdes desindustrializantes basadas en pesudociencia, que en conjunto contribuyen a la creación de un escenario escandaloso y perturbador de “orden a través del caos” ejecutado por las mismas élites de siempre para instaurar un orden mundial unipolar totalitario.
Notas a pie de página
(1) Ariel Zilber, Theo Wayt, en The New York Times: Dow plunges more than 1,000 after Powell says Americans should expect ‘pain’. 26 de agosto de 2022.
(2) Mente Alternativa: La Estafa Que Preparan Los Bancos Centrales Para ‘Lidiar’ Con La Próxima Recesión. 22 de agosto de 2019.
(3) Harley Schlanger, en The LaRouche Organization: The Trilateral Commission’s “Project 1980s”: Origin of the Great Reset. 1º de septiembre de 2022.
(4) Íbidem.