En esta carta abierta, la juez estadounidense Anna von Reitz recuerda a los jesuitas cómo “han terminado invadidos desde dentro”, específicamente en los últimos tiempos. Llama la atención sobre la farsa del Nuevo Trato Verde respaldado por el jesuita Bergoglio, y sobre cómo corporaciones oscuras están redefiniendo a las personas vivas como “Organismos Genéticamente Modificados”. Reitz también habla sobre del sabotaje del FBI contra James Thomas McBride. Y dice tener razones para creer que el FBI está bajo el control del Grupo Octágono suizo y que el Sello de San Pedro ha sido transferido al Banco de Pagos Internacionales para ser usado como un sello de goma para aprobar el abuso del oro y otros bienes pertenecientes a la Iglesia y a las personas vivas que son los herederos legítimos de estos bienes.
Por Anna von Reitz
Has sido invadida desde dentro. El Papa Francisco, como jesuita, no puede dar su última lealtad a sí mismo, excepto como Satanás da su última lealtad sólo a sí mismo. En esto ha consistido siempre el ego, la separación y el conflicto de conciencia.
La lógica de esto es inexorable e inevitable. Y también lo son los resultados aparentes.
La Tierra es el Jardín del Cielo, y estamos separados de él por El Mundo.
Francisco, atrapado en este enigma existencial, sólo puede engañar, y el engaño resulta en fraude, que resulta en anulación y parálisis.
La Iglesia no puede protegerse a sí misma bajo tal circunstancia y ningún hombre puede servir a dos Amos.
El Papa Benedicto XVI dio el Sello de San Pedro y las Llaves del Almacén del Señor a James Thomas McBride, y le instruyó como Postmaster Regional para Norteamérica, para que abriera los almacenes para el consuelo y la supervivencia de las personas vivas.
James Thomas McBride hizo esto lo mejor que pudo, pero fue atacado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) —otra corporación privada con fines de lucro fuera de control que se autodenomina “Agencia” y está mal dirigida por hombres de negocios no elegidos y burócratas contratados.
Robaron el Sello de San Pedro.
Metieron en la cárcel a James Thomas McBride.
Se rieron de él y procesaron a McBride, al igual que el Sanedrín procesó a Jesús por cargos falsos, y es su culpa que el Almacén del Señor esté siendo saqueado por hombres malvados y requisado para el uso del mal.
Tenemos razones para creer que el FBI está bajo el control del Grupo Octágono suizo (Octagon) y que el Sello de San Pedro ha sido transferido al Banco de Pagos Internacionales para ser usado como un sello de goma para aprobar el abuso del oro y otros bienes pertenecientes a la Iglesia y a las personas vivas que son los herederos legítimos de estos bienes.
El Padre de Todas las Mentiras simplemente ha mentido sobre ellos y ha afirmado que ellos voluntariamente “renunciaron a sus patrimonios” para formar desaprensivos patrimonios de difuntos infantes mientras ellos mismos eran todavía bebés en sus cunas.
Esta cruel subversión de la confianza y la verdad es la base sobre la que Satanás quiere que se construya el “Nuevo Mundo”.
Así que ahora encuentras a la Iglesia atacada por todos lados, y aún peor, encuentras que hay evidencia factual de que algunos de estos ataques están justificados.
La corrupción de la administración de la Iglesia ha ocurrido e incluso la Oficina del Papa ha sido tergiversada fuera de todo reconocimiento o sentido.
Francisco Bergoglio era químico. Conocía el ciclo del carbono. No habría ninguna excusa plausible para la ignorancia por su parte, que le llevara a apoyar el Nuevo Trato Verde. El único verde sobre la mesa es el dólar estadounidense y un nuevo esquema de impuestos diseñado para infligir más sufrimiento sin sentido a la gente.
¿Esto, cuando el Papa Benedicto XVI ya ha ordenado que el pueblo debe ser consolado y sostenido, y ha ordenado la apertura del Almacén del Señor?
Es su aparente deber tratar con el FBI y el Grupo Octagon y el Gobierno Suizo y la Administración del Vaticano, y sí, con el
Papa Francisco, también, mientras que el Colegio Cardenalicio y la Curia Romana deben lidiar con las consecuencias tanto de sus acciones como de sus inacciones.
Nosotros, el gobierno internacional de los Estados Unidos, hemos pedido la disolución y liquidación de numerosas empresas infractoras, que se han entregado profundamente a un lucro ilícito inexplicable y horrible, resultando en la muerte, mutilación y miseria de millones de personas inocentes.
Las corporaciones infractoras han hecho esto para beneficiarse de las ventas de sus productos y servicios, y para avanzar en una escandalosa redefinición de las personas vivas como Organismos Genéticamente Modificados, que estas corporaciones infractoras afirman poseer como propiedad a través de las patentes de su arma biológica genéticamente modificada: un trozo de ARNm y agentes adjuntos disfrazados de “vacuna”.
La presencia y acción del Padre de Todas las Mentiras es evidente en todo esto.
El Gobierno Municipal de los Estados Unidos actuando como una corporación matriz ha participado en este genocidio por una parte de las ganancias y para ahorrarse el costo de las pensiones y servicios adeudados a los ancianos jubilados, y al final del día, todo esto se vuelve contra la Iglesia y la Curia Romana.
Como Defensores de la Iglesia y de la Fe, no tenéis más remedio que actuar y actuar con decisión a favor de la Vida y de la Verdad, y poner fin rápida y justamente a los crímenes y a las corporaciones responsables.
Fuente:
Anna von Reitz: Public Letter to the Society of Jesus.
