La catástrofe llegó a Turquía y nuevamente a Siria en un contexto de tensiones geopolíticas cada vez más complejas, que tienen en algo en común: la transición temida por Occidente hacia el orden multipolar. Como advierte Waseem Ramli: “Así de demoníacos se han vuelto los gobiernos occidentales… cerrando toda la ayuda económica que pretende llegar a la devastada población de Alepo, Hama, Lattakia y Tartous sólo porque están bajo el control del gobierno sirio. ¡Esto es exactamente de lo que trata la ley del César! Hacer daño al pueblo sirio, incluso durante los desastres naturales, sólo porque eligieron al gobierno sirio en lugar de a los rebeldes y militantes respaldados por Occidente. Es hora de que el mundo diga ‘no’ a la ley del César y rompa el asedio a Siria en nombre de la humanidad.” El ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, también fue claro al exigir al embajador de Estados Unidos que “mantenga sus sucias manos fuera de Turquía”, unos pocos días antes de la catástrofe que ya ha cobrado la vida de más de 5 mil personas.
Por Mente Alternativa
El lunes 6 de febrero por la mañana, un demoledor terremoto de magnitud 7,8 sacudió el sureste de Turquía y el norte de Siria —ya de por sí devastado por la guerra y las sanciones occidentales—, derrumbando edificios y matando a más de 5.000 personas.
En los medios alternativos han surgido todo tipo de especulaciones en torno al origen del terremoto, desde las que hablan de detonaciones hasta las que apuntan hacia el uso de la tecnología HAARP.
Y es que la catástrofe llegó en un contexto de tensiones geopolíticas cada vez más agudas, con Turquía negándose a seguir los planes del orden unipolarista de la OTAN contra Rusia, al impedir que Suecia se una a la alianza, y unos pocos días después de que el ministro del Interior turco, Süleyman Soylu, exigiera al embajador estadounidense “mantener sus sucias manos fuera de Turquía”, ademas de acusar a Estados Unidos de orquestar el golpe de Estado fallido contra Recep Tayyip Erdoğan en 2016.
Haya o no sido esta una catástrofe manufacturada, algo sí resulta evidente: fomenta la división entre las naciones unipolaristas y las multipolaristas, y empeora la situación humanitaria en la región. Los aviones de carga internacionales con ayuda humanitaria para la población devastada por el terremoto no habían podido aterrizar en los aeropuertos sirios como consecuencia del bloqueo estadounidense.
Como advierte Waseem Ramli:
“Así de demoníacos se han vuelto los gobiernos occidentales… cerrando toda la ayuda económica que pretende llegar a la devastada población de Alepo, Hama, Lattakia y Tartous sólo porque están bajo el control del gobierno sirio. ¡Esto es exactamente de lo que trata la ley del César! Hacer daño al pueblo sirio, incluso durante los desastres naturales, sólo porque eligieron al gobierno sirio en lugar de a los rebeldes y militantes respaldados por Occidente. Es hora de que el mundo diga ‘no’ a la ley del César y rompa el asedio a Siria en nombre de la humanidad.”
En Alepo, Wael Kassouha advirtió lo siguiente:
“Vuestras sanciones unilaterales están acabando con la última esperanza de supervivencia del pueblo sirio, doce años de guerra y seguimos intentando hacer frente a la inhumanidad que aplicáis a mi país, pero ahora todo el mundo está respondiendo al terremoto en Turquía y el norte de Siria y vosotros seguís prohibiendo descaradamente cualquier acción que pueda ser útil para reaccionar ante esta catástrofe en Siria. Deben levantarse inmediatamente las sanciones a Siria, para permitir que toda la ayuda humanitaria pueda entrar en Siria para ayudar al pueblo sirio.”
Sin embargo, los propagandistas del imperio no tienen piedad ni vergüenza. The Guardian, por ejemplo, aprovechó la catástrofe para hacer creer a sus lectores que de cualquier forma “todo el mundo en Siria ya había sido víctima de los bombardeos de Assad y Rusia”.
Nada más lejos de la realidad.
El terrorismo islámico fue creado y financiado por las mismas élites anglo-estadounidenses que buscan instalar gobiernos títeres a través de golpes de Estado lanzados contra gobiernos soberanistas que se oponen al orden ultraglobalista unipolar —ése mismo que manufacturó la crisis del Covid, la agenda verde y las guerras sin fin.
De hecho, en Siria y Turquía, el llamamiento de ayuda lanzado por las autoridades sirias fue escuchado principalmente por Rusia, Irán, Iraq, India y China, que son naciones impulsoras del orden multipolar.
Cómo llegamos a esto: Guerras, colapso económico, Covid, Reseteo y Nuevo Trato Verde
