¿Qué pasará después de 2030 si no hay una catástrofe global?, se pregunta el historiador Andrei Fursov en una presentación organizada por la librería Biblio Globus. “Lo más probable es que las élites globalistas estarán hambrientas y pensando a qué clase media devorar. De hecho sólo hay dos candidatos: Estados Unidos con Canadá, y China. Y creo que van a desencadenar el proceso en los Estados Unidos.”
Por Andrei Fursov
Lo que le está ocurriendo a Europa en estos momentos como resultado de los efectos secundarios del conflicto es que la clase media está siendo estrangulada, aunque esto estaba preconcebido y se habría hecho realidad de cualquier forma, y creo que a lo largo de la década de 2020 las estructuras supranacionales devorarán por completo a la clase media europea.
¿Por qué está sucediendo esto en Europa, y no en Rusia? Nosotros tenemos una clase media mucho más reducida. En Europa, en cambio, de los 400 millones de habitantes de la Unión Europea, unos 180-200 millones pasarán a ser la antigua clase media. Y como esta nueva normalidad presupone, en primer lugar, la expropiación de sus bienes, toda la clase media europea será devorada.
Pero lo más interesante es: ¿qué pasará después de 2030 si no hay una catástrofe global? Porque surgirá una pregunta [en las filas de las élites globalistas]: ¿a qué clase media nos comeremos después? Y de hecho sólo hay dos candidatos: Estados Unidos con Canadá, y China. La clase media de ambos es más o menos la misma: 250-300 millones. Entonces, las élites supranacionales tendrán que decidir dónde desatar la catástrofe. Y creo que van a desencadenar el proceso en los Estados Unidos.
China ha demostrado a los globalistas que puede mantener a raya a su población como ningún otro país. Pero, en Estados Unidos, hay una masa de población no blanca, y la justificación de la desvinculación puede ser muy simple si uno toma en cuenta todos los siglos de opresión y esclavitud.
Dado que en Rusia no hay casi nada que devorar en términos de riqueza privada media, nosotros tenemos margen para respirar, para resolver nuestros problemas internos. Ya lo hicimos en el pasado, mientras Europa fue ocupada por la Guerra de los Treinta Años. Y medio siglo después, ya hemos arrebatado a los polacos la orilla izquierda de Ucrania y Kiev. Es muy importante saber utilizar las contradicciones del enemigo, y no sólo utilizarlas: hay que exacerbarlas o crearlas también.
Fuente:
Andrei Fursov, en Biblio Globus: ¿Qué pasará después de 2030 si no hay una catástrofe global?; traducción del ruso al inglés por Eurasia & Multipolarity.
