El proyecto de los neoconservadores estadounidenses busca perpetuar la polarización socioeconómica en la sociedad capitalista tardía y expandir este modelo a un mundo postcapitalista, en violación no solo las leyes de la biología, sino también las de la física y la termodinámica, advierte el historiador Andrei Fursov. Sin embargo, aunque puedan lograrlo temporalmente, se enfrentan al riesgo de que su sistema colapse en unas pocas generaciones, siendo finalmente superados por las mismas fuerzas que intentan controlar. De persistir ese modelo, estaríamos entrando en una Edad Oscura similar a la descrita en “La Academia de Asimov”, donde se predice un colapso inevitable y se lucha por acortar la duración del periodo oscurantista.
Por Andrei Fursov
“La economía política moderna nos enseña que los grupos pequeños y bien organizados suelen prevalecer sobre los intereses del público en general”. Estas palabras no pertenecen a un teórico de la conspiración, sino a Paul Krugman, conocido economista y comentarista económico liberal estadounidense, y premio Nobel de Economía. Krugman escribe sin rodeos que los radicales en Estados Unidos, en referencia a un grupo pequeño que controla la Casa Blanca, el Congreso y en gran medida la justicia y los medios de comunicación, pretenden cambiar el actual sistema estadounidense y mundial.
El proyecto de los neoconservadores estadounidenses es profundizar y conservar para siempre la polarización socioeconómica de la sociedad capitalista tardía (a una escala de “20:80” ó “10:90”) y trasladar este modelo esencialmente de castas al mundo postcapitalista. Quieren violar no sólo las leyes de la biología, sino también las de la física y la termodinámica. Otra cosa es que no lo consigan. Pero incluso si lo hicieran, se rompería en 3 ó 4 generaciones. Y estos señores serían devorados por los mismos bárbaros a los que arrojarían al mundo bárbaro, tal y como los bárbaros quebraron el Imperio Romano.
En lo que estamos entrando ahora es en la Edad Oscura. La única cuestión es si seremos capaces de deslizarnos a través de ella más rápido que antes, o no. Así que la situación es un poco como en “La Academia de Asimov”. Si recuerdan, es un imperio. Y todo parece ir bien. Pero el matemático Seldon viene al emperador y le dice que el imperio pronto se derrumbará y habrá 30000 años de oscuridad. El emperador pregunta si hay alguna forma de evitar que se derrumbe. Él le responde: “No, no se puede, el viejo mundo desaparecerá. Pero es posible hacer que la era de oscuridad de 30000 años se reduzca a 1000, y para ello debemos luchar”. En realidad, hay que luchar para que la Edad de las Tinieblas pase lo antes posible.
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