A principios de mayo de este año, Rebekah Jones, una científica de datos que trabaja para Florida, y que elaboró la base de datos COVID-19 de ese estado, apareció en los titulares nacionales cuando fue despedida por el estado por un desacuerdo en la presentación de los números. Jones dice que fue despedida por negarse a manipular los datos que mostraban un mayor número de muertes mientras que el estado afirmaba que fue despedida por insubordinación. Este mes, lo que comenzó como un tiroteo terminó con agentes armados del estado supuestamente apuntando con armas a una familia entera, durante una redada en la casa de Rebekah, en Florida.
Después de ser despedida en mayo, Jones hizo la siguiente afirmación:
“La dirección del Departamento de Salud me pidió que cambiara los números manualmente. Esto fue una semana antes de que el plan de reapertura se iniciara oficialmente en la fase uno. Se me pidió que hiciera el análisis y presentara los hallazgos sobre qué condados cumplían los criterios para la reapertura. Los criterios siguieron más o menos las recomendaciones del panel de la Casa Blanca, pero nuestro equipo de epidemiología también contribuyó a eso. Tan pronto como presenté los resultados, fueron esencialmente lo contrario de lo que habían anticipado. Todo el día mientras teníamos este tipo de ida y vuelta cambiando esto, sin mostrarlo, el plan estaba siendo impreso y engrapado justo frente a mí. Así que estaba muy claro en ese momento que la ciencia detrás del plan supuestamente impulsado por la ciencia no importaba porque el plan ya estaba hecho.”
Después de ser despedida, Jones continuó su trabajo reportando los números en el sitio web “Florida COVID Action”, que es un tablero de información de Florida COVID, como el que usó en el estado. Desde entonces, ella había estado dirigiendo este sitio sin mucha resistencia por parte del estado —hasta ahora.
El lunes, varios oficiales armados entraron en su casa, apuntaron con armas a sus hijos y a su marido, y la extrajeron.
“A las 8:30 am de esta mañana, la policía estatal entró en mi casa y se llevó todo mi equipo y tecnología. Estaban sirviendo una orden en mi computadora después de que el Departamento de Salud presentó una denuncia. Me apuntaron con un arma en la cara. Apuntaron a mis hijos…”
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There will be no update today.At 8:30 am this morning, state police came into my house and took all my hardware and tech.
They were serving a warrant on my computer after DOH filed a complaint.
They pointed a gun in my face. They pointed guns at my kids.. pic.twitter.com/DE2QfOmtPU
— Rebekah Jones (@GeoRebekah) December 7, 2020
Jones afirma que fue allanada por el simple hecho de informar de los datos y “decir la verdad al poder”, pero el estado dice que alguien pirateó su sistema de alerta de emergencia y fue rastreado hasta la dirección IP de Jones.
En una declaración, el Comisionado de la FDLE Rick Swearingen confirmó que el hardware fue incautado en la casa de Jones, y que se estaba investigando un posible hackeo del sistema informático.
“Nuestra investigación comenzó el mes pasado a raíz de una queja del Departamento de Salud de Florida de que una persona hackéo ilegalmente su sistema de alerta de emergencia”, dice la declaración, en parte. “Como parte de nuestra investigación, los agentes del FDLE entregaron una orden de registro esta mañana en la residencia de la Corte de Centerville donde vive la Sra. Jones, después de determinar que la casa era el lugar desde donde se envió el mensaje no autorizado”.
2/
They took my phone and the computer I use every day to post the case numbers in Florida, and school cases for the entire country.
They took evidence of corruption at the state level.
They claimed it was about a security breach.
This was DeSantis.
He sent the gestapo.
— Rebekah Jones (@GeoRebekah) December 7, 2020
Jones ha negado vehementemente que ella tuviera algo que ver con esto:
“No soy un hacker”, dijo Jones. Añadió que el lenguaje del mensaje que las autoridades dijeron que se envió “no es mi forma de hablar”, y contenía errores que no cometería.
“El número de muertes que la persona utilizó ni siquiera era correcto”, dijo Jones. “De hecho, se redujeron en unas 430 muertes. Nunca redondearía 430 muertes.”
El lunes por la tarde, el estado publicó el texto de la orden y afirmó que le dieron a Jones tiempo suficiente para salir —20 minutos— pero ella se negó.
“Los agentes llamaron a la puerta y llamaron a la Sra. Jones anunciando la orden de registro y animándola a cooperar. La Sra. Jones se negó a venir a la puerta durante 20 minutos e ignoró a los agentes”, dice la declaración de la FDLE, en parte. “Después de varios intentos, la Sra. Jones permitió a los agentes entrar. Los agentes entraron en la casa de acuerdo con los protocolos normales y se apoderaron de varios dispositivos que serán analizados forénsicamente.”
“En ningún momento se apuntaron armas a nadie en la casa”.
A pesar de esta afirmación, el video muestra a los agentes apuntando con armas arriba donde estaba la familia de Jones. También, a pesar de la afirmación del estado de que esto es por un supuesto hackeo, el abogado de Jones, Larry Walters, dijo “esto es una represalia por perseguir una demanda por discriminación contra el estado”.
“Es muy inusual que su adversario en el litigio se apodere de todas las comunicaciones confidenciales de su cliente”, dijo Walters. “Nos preocupa que esto sea una represalia por perseguir una demanda por discriminación contra el estado y criticar la respuesta del Gobernador al COVID-19”.
Si las autoridades están tomando represalias contra Jones por criticar al gobernador, esto es realmente escalofriante.
Lo que esto demuestra, sin embargo, es que no importa de qué “lado” del debate de COVID-19 estés, sigues estando sujeto a que los agentes de policía entren en tu propiedad privada y te detengan o arresten. Independientemente de cómo se sienta acerca del COVID-19, esta situación es preocupante.
Fuente:
The Free Thought Project — Watch: Controversial COVID-19 Data Scientist’s Home Raided, Guns Pointed at Family, Computers Seized.
