Como observa Charles Hugh Smith, el agotamiento incomoda a todo el mundo, por lo que es en gran medida una epidemia silenciosa. En su opinión, nuestra sociedad y nuestra economía ahora están optimizadas para “quemar” o agotar a la gente. Es una cuestión de causa y efecto, pues el agotamiento es el único resultado posible de un sistema optimizado para la autoexplotación, la inseguridad financiera y las responsabilidades laborales indefinidas, y para debilitar volver más moldeables a las personas en un momento de la historia en el que la oligarquía busca resetear todo para instaurar un nuevo orden tecnocrático controlado por ella misma.
Por Charles Hugh Smith
Las epidemias no son sólo de origen biológico. Se puede argumentar que una epidemia silenciosa ha estado arrasando la nación durante años, una epidemia que pocos reconocen: el agotamiento.
La gente dice “estoy quemado”, y la mayoría de las veces quiere decir que está temporalmente agotado, pero que después de un fin de semana de descanso vuelve al trabajo el lunes.
El agotamiento epidémico no es temporal. Tomarse un fin de semana libre no restablece la capacidad de trabajo. Este tipo de agotamiento es el colapso de la capacidad de ir a trabajar, un colapso físico, emocional y psicológico.
El agotamiento no es sólo el resultado del exceso de trabajo. Es el colapso de toda la forma de vida sin límites, de autoexplotación.
Las personas que no se han quemado no pueden entender este colapso, ya que está muy lejos de su experiencia. Aquellos que aman su trabajo y tienen una energía ilimitada no pueden entender a aquellos que han estado funcionando en vacío durante demasiado tiempo y ahora están demasiado agotados para salir de la cama.
Al carecer de una experiencia directa de tal colapso, la persona que no está quemada puede ofrecer sugerencias que funcionan para el agotamiento temporal, pero que no ayudan a la persona verdaderamente quemada: tomarse el fin de semana libre, escuchar música relajante, etc.
No pude entender lo que se siente al estar quemado hasta que lo experimenté yo mismo. Me quemé a los 33 años y, más recientemente, de nuevo a los 65 años.
El trabajo ha cambiado mucho en los 52 años que llevo trabajando. Algunos trabajos se han mantenido prácticamente igual, pero la mayoría han cambiado de forma que pocos reconocen o entienden.
La presión sobre los trabajadores ha aumentado en múltiples niveles. La inseguridad es la norma. Como he documentado repetidamente, el poder adquisitivo del trabajo ha disminuido durante 45 años.
La financiarización y la globalización han tendido a hacer mucho más ricos a los que ya lo eran, al tiempo que han aumentado la presión psicológica y financiera sobre los que no lo son.
Desde el punto de vista de los ya ricos que dominan los medios de comunicación, la política, la sanidad, el mundo académico y las instituciones, el statu quo funciona muy bien porque a ellos les va muy bien.
En mi opinión, nuestra sociedad y nuestra economía están ahora optimizadas para quemar a la gente. Es causa y efecto: el único resultado posible de un sistema optimizado para la autoexplotación, la inseguridad financiera y las responsabilidades laborales indefinidas es el agotamiento.
Incluso los que tienen un estatus y unos ingresos elevados se están quemando. (Véase el gráfico de los médicos más abajo).
Me doy cuenta de que mucha gente se opondrá a esta caracterización de nuestra economía y, por extensión, de nuestra sociedad. Pero los que se oponen deben preguntarse si su propia posición privilegiada tiene algo que ver con su objeción.
He abordado estos cambios en la economía y el trabajo desde 2009. Las presiones sobre los participantes no ricos se han acelerado bruscamente desde 2008.
La nación del agotamiento [https://www.oftwominds.com/blogmay19/burnout-nation5-19.html] (14 de mayo de 2019).
Empújalos lo suficiente y la clase productiva optará por salir de la servidumbre [https://www.oftwominds.com/blogapr19/productive-class4-19.html] (26 de abril de 2019).
Hace tres décadas, había casi cero recursos para ayudar al agotamiento. Ahora hay más recursos, pero la gran mayoría se centran en conseguir que el quemado vuelva a la vida que le quemó en primer lugar.
No pude encontrar ningún libro o relato que hablara de mis experiencias. Ninguno ofrecía lo que yo buscaba: una guía práctica sobre toda la experiencia y el proceso de recuperación del agotamiento.
Me di cuenta de que debía escribir el libro que quería pero que no podía encontrar.
Este libro es mi relato de lo que me ayudó: un reconocimiento práctico que sentó las bases para una renovación práctica. Este libro se centra en el ahotamiento en el contexto de la sociedad y la economía en que vivimos. Espero que ayude a los que no están quemados a entender mejor a los que sí lo están.
No soy un experto en agotamiento, sólo soy un experto en mi agotamiento.
Puedes leer la introducción, el índice [https://www.oftwominds.com/BRR.html] y los primeros capítulos [https://www.oftwominds.com/Burnout-sample2.pdf] de forma gratuita.
El agotamiento incomoda a todo el mundo, por lo que es en gran medida una epidemia silenciosa.
Según mi experiencia, no hay respuestas fáciles y únicas para el agotamiento, pero hay un camino a seguir.
Fuente:
Charles Hugh Smith, en Of Two Minds: The Epidemic Nobody Talks About: Burnout.
