Un nuevo escándalo de espionaje cibernético que involucra a agencias de inteligencia estadounidenses está siendo revelado, esta vez en Europa. Los ministerios del gobierno y las empresas privadas danesas fueron objeto de espionaje de EE.UU., según un informe reciente de un informante anónimo. La Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) parece haber utilizado esquemas de alto secreto para presuntamente espiar a los ministerios y empresas privadas danesas y escandinavas. Los detalles de tales actividades se revelaron en un reciente artículo de la Radio Danesa, en el que el presunto informante anónimo se refiere como un agente del Servicio de Inteligencia de Defensa Danés (Forsvarets Efterretningstjeneste, FE). Las operaciones habrían comenzado alrededor de 2015.
Por Lucas Leiroz de Almeida
Entre muchas informaciones, el informe denunciaba actividades ilegales promovidas por la inteligencia estadounidense en colaboración con diversos sectores de la propia inteligencia danesa, que conspiraban contra los intereses de su propio país al extraer información de los cables de Internet daneses y transmitirla a agentes externos. Entre varias otras operaciones ilegales, el informe también reveló el espionaje contra los Ministerios de Relaciones Exteriores y Economía de Dinamarca, así como contra países vecinos y aliados, como Noruega y Suecia, lo que indica que el límite de esas actividades es mucho mayor que la mera vigilancia sobre Dinamarca, que se extiende a gran parte del continente europeo. Según la información contenida en el informe, la NSA obtuvo acceso a cables de fibra óptica y a un centro de datos en la isla de Amager, en el sur de Copenhague. A partir de entonces, el tráfico de datos de los Países Bajos, Noruega, Francia y Alemania, y las instituciones políticas de Dinamarca fueron constantemente monitoreadas, permaneciendo bajo total vigilancia de los agentes americanos.
Además, se mencionó que la NSA quería obtener más información sobre las actividades de las empresas privadas en la industria militar y de defensa, especialmente Terma, una importante empresa danesa con sede en Aarhus que destaca internacionalmente en la industria aeroespacial. Según la información del informe, el interés estadounidense habría surgido desde el momento en que el Estado danés decidió comprar cazas multimillonarios para reemplazar su flota de F-16. Al principio de las negociaciones, Terma y la empresa sueca Saab se disputaban una posición destacada ante el gobierno danés, pero tras muchos debates y largas polémicas, el gobierno optó por comprar una nueva flota de docenas de cazas F-35 estadounidenses. Aparentemente, la constante vigilancia y el robo de datos fueron puntos clave para que Washington se aprovechara de las compañías europeas durante las negociaciones.
El informante anónimo dijo que trató de advertir sobre los peligros del espionaje en varias ocasiones anteriores, pero sólo tuvo éxito cuando se dirigió al supervisor del Servicio de Inteligencia de Defensa danés, a quien acusó de no haber seguido o investigado los diversos informes de espionaje. En una ocasión posterior, el actual ministro de defensa danés, Trine Bramsen, anunció la dimisión de cinco agentes de alto rango del servicio secreto nacional. Hasta el momento, la información no está clara debido a todas las precauciones que abarcan tales cuestiones, pero todo indica que los despidos se produjeron debido a las acusaciones de espionaje —sin embargo, éstas se llevaron a cabo en un momento tardío, lo que indica un gran retraso en la actuación contra el sabotaje interno.
De hecho, el espionaje contra las empresas privadas europeas es absolutamente perjudicial para los intereses de estas naciones, siendo una actividad tan peligrosa como el espionaje de los organismos oficiales del gobierno —que también se ha producido con frecuencia. Las autoridades que se suponía que debían garantizar la seguridad de las empresas danesas contribuyeron a socavar los intereses del país, ya que fueron ineficaces en la lucha contra los planes de robo de datos y permitieron, entre otras cosas, que Washington obtuviera ventajas comerciales en las negociaciones que daban prioridad al mercado privado danés. No obstante, hay que tener en cuenta que durante la filtración de información confidencial por parte de informantes anónimos es muy común que sólo se revele una parte de la información real, exponiendo una “capa exterior” del contenido, pero preservando el silencio sobre datos más comprometedores. Esto nos lleva a especular hasta qué punto el espionaje estadounidense está realmente en marcha en Europa. Ciertamente, la información contenida en el informe del informante anónimo es sólo una pequeña parte de lo que realmente se conoce sobre el tema.
El caso ya ha comenzado a generar indignación en los países vecinos. El legislador noruego Freddy Ovstegard dijo que cree que Noruega también está siendo espiada por los EE.UU., considerando que esta es una práctica común de Washington con sus propios países aliados. La tendencia es que estas reacciones se extiendan cada vez más y que una ola de aversión a Washington y a sus políticas de vigilancia y espionaje crezca en todo el continente europeo. Un posible escenario es la separación gradual entre los EE.UU. y la UE, considerando que la cuestión afecta directamente a los intereses de las empresas privadas multimillonarias, que van mucho más allá de las relaciones entre los Estados. Si dichas empresas no cooperan con los gobiernos de sus propios países y empiezan a vender equipos militares a naciones enemigas, el resultado será absolutamente catastrófico y los europeos seguramente intentarán evitarlo.
Los Cinco Ojos: La red global de espionaje del imperio británico que nos controla a todos
Fuente:
Lucas Leiroz de Almeida / Global Research — Cyber-Espionage: US Security Agency Accused of Spying on European Private Companies.